sábado, 24 de marzo de 2012

La previa del... Real Madrid - Real Sociedad


Han pasado ya tres días desde el atraco de Villarreal. Tres días en las que mi hígado y mi mente han combatido duramente por sobrevivir. He llegado al extremo de salivar bilis coincidiendo cada vez que aparecía en la televisión el careto del Paradas. He soportado de refilón horas y horas de asquerosa campaña orquestada y bombeada desde las grandes ubres de la vaca lechera catalana y madrileña. Pensé seriamente las ventajas de ser ciego y sordomudo, como la canción de aquella chica colombiana. Sí, la que cantando parece el gallo Claudio y se encama con lo culé, en todos los amplios sentidos de la expresión.

He llegado a plantearme por qué coño sigo enganchado a este deporte, por qué pierdo tiempo, salud, pelo y calidad de esperma por culpa de un golfo que no sabe ni pronunciar correctamente la palabra “fútbol”. Aquel que durante años en sus discursos futbolísticos hace promoción subliminal de un tal “Furbo”, aquel que amaña partidos, convoca elecciones ilegalmente, amenaza a Secretarios de Estado y hace chanchullos con insistencia para llegar a ser el Capo de todos los Capos; Villar. Él y el tinglado mediático-político montado a mayor gloria suya y de la Farsa han logrado hacerme dudar, vacilar entre seguir aferrado al polvo de ángel madridista o meterme definitivamente en mi otra pasión, la lucha canaria.

Al final, el propio patetismo de las figuras que encarnan este tinglado (perfectamente ideado y ejecutado, aunque nos pese), su cutrez, la caspa que desprenden han facilitado la decisión. El Madrid es mi religión, una elección vital. Y cuatro mierdas no van a a bajarme de este carro. Faltaría más. Más bien lo contrario, me motivan a seguir en la pelea porque quiero verles caer. El ser humano siempre ha amado una buena historia de auge y patética caída; pues aquí tienen que caer unos cuantos de sus minaretes de poder y a por dios que lo harán. Y es nuestro deber (Florentino, cárgate a Villar de una jodida vez que tú tienes el poder para conseguirlo) darles el empujón de gracia.

Y ahora me voy centrar en el partido de hoy. El partido contra la Real Sociedad se presenta como un trámite, partido cómodo, goles rápidos, bajón, victoria y para casa. Pero cuidado, la Real no es mal equipo y el Real Madrid de hoy en día no es el Real Madrid de hace dos meses. La baja forma del equipo ha disminuido muchísimo nuestra competitividad, el equipo sufre, se parte en dos, ve correr al rival con impotencia, sabedores que unos meses antes llegarían un segundo antes a la pelota de lo que lo hacen ahora.

Para más inri el equipo anda desquiciado tras lo sucedido las dos últimas jornadas. Presentarte a un juicio sabiendo que el Juez es parcial y no precisamente a tú favor intranquiliza a cualquiera. Mou tendrá la gran labor de templar y a su vez espolear al grupo, recuperar a unos chavales que dudan seriamente de la limpieza de este deporte, convertirlos, porqué no decirlo, en unos cínicos con la supervivencia como objetivo último.

No jugarán los sancionados Pepe y Özil (por culpa de pegar con el labio a puños ajenos o tocarle las palmas al mierdas del pito) a lo que hay que sumar la baja por lesión de Callejón. Ramos se libró del duro martillo de la ley empuñado por el comité de competición. Pero no se hagan ilusiones, está todo estudiado para limpiarle contra Osasuna. Por todo ello, la más que probable pareja de centrales la formen Albiol y Varane. Vuelve “Marlboro” Coentrão a una convocatoria y nuestro paisano grancanario Jesé entra en la lista para jugar  de “Di María Cara B”.

En principio el partido es bueno para meterle un saco al rival, coger ánimos y recuperar la autoestima para las importantes salidas que se nos avecinan. Que así sea. Toca curar heridas para después ajustar las debidas cuentas.


¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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