Curiosamente el once que terminó jugando el partido de
Dortmund fue el que empezó de titular ayer, la teoría de los mismos once
cabrones de Toshack. Las bajas jodian a los dos equipos, ya que los de Caparrós
tampoco contaban con todos sus jugadores, pero como se ha dicho, el recuerdo de
los dos últimos años, donde se sufrió en este campo, hacía que ninguna
precaución sobrara. En la práctica no fue así, y tanto los errores atrás de los
locales como su falta de respuesta a nuestro dominio nos hizo disfrutar de uno
de los partidos más tranquilos de la temporada, tanto a nivel atacante como
defensivo, no viéndose especialmente exigido Iker, quien ayer igualaba a
partidos a Iribar.
Sin duda el jugador que marcó la diferencia durante el
partido fue Higuaín, elegido para el lateral izquierdo en irónica respuesta de
Mourinho la víspera. El delantero argentino participó en cuatro de los cinco
goles del Madrid. Cuando recibe críticas (merecidas) es porque esperamos ver
una versión como la de ayer, alejada de lo torpe que está otras tardes. Activo,
móvil, acertado, con una visión global del juego por encima de individualismos.
Creo que el entrenador está siendo inteligente con él, en el aspecto de
explotar sus virtudes. Sabe que Higuaín es un jugador eficaz fuera de casa,
ataca los espacios y resulta una amenaza a espaldas de defensas normalmente más
adelantadas que en el Bernabéu. Esta temporada ha marcado la mitad de sus goles
como visitante, y casi siempre (menos contra el Granada) marcó el primer gol
del partido, el que abre la lata. A este Higuaín lo quiero siempre en la
plantilla, ya que le da un complemento real a Benzema, aportando cosas que no
tiene el francés. En el 0-1, que llegó a los siete minutos, el argentino
recibió un servicio de su compatriota Di María, y tras error del defensor
Conceiçao, encaró al portero y lo superó sin dudas.
El Mallorca no empezó mal, y su entrenador trató, como el
Borussia, de meter el juego en el lado de Essien, pero tanto Xabi Alonso como
Pepe estuvieron muy atentos a la hora de las ayudas. Sin embargo toda su
intención murió a los 22 minutos con el segundo gol. Tras una pérdida en campo
propio, una buena combinación atacante que recordó a la del primer gol en el
Camp Nou terminó con un último pase de Higuaín y finalización de Cristiano. Es
verdad que el Mallorca otros años nos había creado problemas, pero a base de
defender un resultado. En este caso, ya sin nada que defender, su reacción a
los goles fue absolutamente nula. Todavía antes del descanso tuvimos alguna
llegada clara y un par de disparos desde fuera de Cristiano Ronaldo, quien
también tuvo un mano a mano fallido con Aouate
Tras el descuento, a diferencia de otros días en los que en
ventaja nos limitábamos a esperar el pitido final, salimos fuerte, a presionar,
buscando más goles. Esta actitud, junto con la parsimonia rival, hizo muy
cómoda la segunda parte. Cualquier pase en línea recta servía para superar la
pobre línea de presión mallorquinista. La historia se cerró con tres goles más,
el primero de Higuaín al recibir un pase de Cristiano y el segundo al
devolverle el Pipa la gentileza al portugués con una asistencia que firmaría
cualquier maestro en la materia. Si en otros temas hemos alabado la conexión
entre Benzema y Cristiano Ronaldo, esta nueva conexión entre Higuaín y el
propio Cristiano es algo que puede destacarse, en caso de durar. Nuevamente destaco
que el portugués, tras el partido de Sevilla, está en una racha goleadora impresionante,
14 goles en ocho partidos de manera consecutiva. El último gol, ya con el
tiempo cumplido, fue de Callejón, que recordó aquel importantísimo gol in
extremis de la temporada pasada en este campo, empujando a la red un pase de
Özil. Al final, firmando una aparente tregua en la guerra creada por la prensa
entre Mou y la cantera, el propio Callejón y Morata tuvieron minutos.
Individualmente, además de a los bigoleadores, destaco dos
nombres: El primero Raphael Varane. La madurez de este joven futbolista sigue
sorprendiendo. Domina a la perfección los fundamentos de su puesto, y sólo la
protección de Mourinho explica que hasta ahora haya gozado de pocos minutos. Cumple
cada vez que juega, y además nos ha sacado de un aprieto al minimizar con su
buen hacer las bajas en defensa. El otro es Modric, sin duda su mejor partido
hasta el momento. El croata, que el otro día se vio sobrepasado, quizá no
combine bien con Alonso en partidos demasiado físicos y divididos, pero en otros
como el de ayer este dúo puede dar mucho de sí. De todos modos la imagen del
Modric en Alemania no fue, ni por asomo, tan brillante como la de anoche.
Presionando sin balón, fue el motor del juego madridista y de sus botas
nacieron las jugadas de dos de los goles. Su secreto, para mí, es ese primer
toque orientado que permite dominar la pelota e iniciar el ataque
simultáneamente. El croata disfruta de la capacidad de generar fútbol en el
mediocampo de la que carecen nuestros mediapuntas y de la verticalidad que le
falta a nuestros otros centrocampistas.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.