Querido Mou:
Te escribo desde la quietud y la tranquilidad que otorga una
tarde lluviosa en la isla de Gran Canaria, para
intentar hacerte llegar en la medida de lo posible, un sentimiento que creo, no
te llega con la suficiente fuerza. Me he decidido a escribirte viendo como está
el panorama para agradecerte de corazón todo lo que estás haciendo. A veces me
imagino cómo sería la situación en tu lugar: entrando en campos con la afición en tu contra y
sintiendo el vacío de una grada vieja, sosa y ramplona cuando tienes que jugar
en casa, en la casa de todos, en el Santiago Bernabéu. Imagino lo que tiene que
ser entrar en la sala de prensa de Valdebebas, con todos esos buitres esperando
un fallo o una mala reacción para poder atacarte cada día, y lo que debe ser
también cada día, tener que leer, ver y escuchar las sandeces que se cuentan de
ti.
Imagino todo ese cúmulo de circunstancias y no puedo más que estarte
agradecido por cargar sobre tus espaldas un sentimiento que no te corresponde,
puesto que tu madridismo que ya no pongo en duda, te ha llegado hace pocos
años. Sin embargo, a pesar de haber sido de los últimos en sentirlo, lo estás
defendiendo como el que más, con toda la fiereza que exige el amor al club más
grande del mundo. Tú, José, eres el bastión de millones de personas en el
mundo, no te quepa duda. Sé que las palabras poco pueden ayudar cuando ves que
el ejército rival parece avanzar fuerte y rápido y que la guerra se va
perdiendo, pero estoy seguro de que tu fortaleza no se verá corrompida por esos
mercenarios que venderían a su madre por un titular sensacionalista, por una
noticia enrosada, por un reportaje ruin o un seguidor más en sus ególatras
cuentas de Twitter.
Tú eres nuestra esperanza José, te lo digo con la mano en el
corazón. Que no te digan gilipolleces como que el Madrid no te quiere o el
madridismo no está contigo, que no te intenten convencer con mentiras podridas
y palabras vanas. Tú eres la pieza clave de todo esto, como fuiste en Oporto, en
Londres o en Milán, tú y sólo tú. El madridismo está contigo y espero que estas
palabras que hoy te intento hacerte llegar te lo demuestre un poco más.
Recuerdos tiempos pasados José, y me echo a temblar. Veo la
imagen de un vestuario roto por la corrupción interior de jugadores que
aprovechaban ese escudo que tú luces con orgullo para echarse a las grandes
discotecas de la capital y empaparse de alcohol y mujeres de dudosa reputación.
Veo eliminaciones vergonzosas contra equipos de niveles mucho más bajo que el
nuestro, ridículos europeos en la que siempre fue nuestra competición. Veo
ligas perdidas y escándalos, corrupciones, desfachateces y calamidades que
hacen que se me erice la piel al recordarlas. Casi una década de hastío y
fracaso hasta que tú llegaste José… y ahora te quieren echar. Sólo puedo
recordar en este momento esa frase que te hizo más grande todavía “¿Por qué?” La
respuesta no es más clara que la pregunta: porque nos odian. Se palpa en las
calles, en las redacciones de los principales medios, en los campos rivales e
incluso en internet. Nos odian porque siempre estarán por detrás, no por tu
culpa, que esa es otra bobada que te quieren hacer creer. Nos odian desde
siempre y siempre nos odiarán, es el estigma del más grande, cosa que tú sabes
bien. Nos odian desde las partes de España donde nos temen, donde nos han
vuelto a respetar gracias a ti, gracias a tu gestión impecable.
Nos has vuelto a llevar a la gloria europea, a ganar
títulos, a romper barreras y alcanzar las cotas más altas. Tú has sido nuestro
guía en la reconducción del Madrid en lo que nunca debió perder, el rumbo de la
victoria, y por eso los madridistas, los verdaderos madridistas, te queremos
tanto.
Ojalá pudiera decirte todo esto cara a cara, poder
despedirme con un abrazo y agradecerte de corazón todo lo que has hecho, haces
y estoy seguro de que harás por nosotros. Eres el alma de este nuevo Madrid y a
buen seguro que por ello intentarán herirte, hacerte caer, borrarte del mapa y
echarte de nuestro lado, no dejes que lo consigan.
Te aseguro que todos estamos a muerte contigo. Nunca vi un
apoyo a un entrenador como lo estoy viendo contigo José, espero que la parte de
la afición del Bernabéu que tienes la desgracia de presenciar cada domingo, no
te haga pensar que todos somos así. Socios hay cien mil, abonados sesenta mil,
pero aficionados que queremos al Real Madrid con toda la fuerza de nuestro
corazón, somos decenas de millones repartidos por todos los puntos de España y
del mundo. Te prometo, con toda la seguridad que tiene mi alma, con toda la verdad
que mi honor puede contener, que todo aquel que de verdad quiere al Real Madrid
quiere de corazón y hasta la muerte a José Mourinho.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.