sábado, 10 de marzo de 2012

La previa del... Real Betis - Real Madrid


Varios años hemos tenido que esperar para volver a jugar en el estadio antes conocido como Heliópolis, luego como Benito Villamarín, más tarde bautizado como Ruíz de Lopera para retornar provisionalmente al nombre anterior, oséase Benito Villamarín. No se acostumbren a este último por si las moscas. El Betis es un equipo al que estimo, lo incluyo en la breve, brevísima, lista de equipos-aficiones no dadas a recibirnos con el correspondiente odio provinciano como pago a perjuicios y ofensas históricas casi todas imaginarias. Me simpatiza. Recuerdo con cariño a Rafa Gordillo, luego gloriosa estampa, medias bajadas incluidas, del madridismo. Y los duelos de Finidi con Roberto Carlos, y Jarni, estupendo extremo croata. Y cómo no, del sombrero, elemento que forma ya parte del imaginario colectivo bético y nacional.

Todo se empezó a torcer con la llegada mesiánica de Denilson, los desvaríos posteriores de Lopera, la llegada de jugadores de dudoso nombre y aún más cuestionable calidad. El equipo inició su derrumbe deportivo paralelo al institucional, no sé si llegaron a acumular más paquetes en la plantilla que causas abiertas contra su presidente-dueño-líder espiritual, pero por ahí anduvo la cosa. Y lógicamente descendieron, hará tres temporadas ni más ni menos.

La última vez que nos enfrentamos en Heliópolis el resultado final fue de 1-2, tiempos oscuros para ambos, nosotros embarcados en pleno descenso a los infiernos del presidente Calderón para alegria de rivales y periodistas “amigos” y ellos picando suelo en pleno descenso a los abismos del fútbol. Ahora las circunstancias son muy distintas, nosotros líderes destacados, pese a las insistentes peticiones desde Barcelona para que nos atraquen a punta de pistola y ellos en zona templada de la tabla, alejados de Europa y del descenso.

No les he visto con suficiente asiduidad como para desglosaros ampliamente sus virtudes y defectos, pero he de reconocer que lo poco que he visto me ha gustado. Equipo alegre, rápido, mágico y endiablado arriba con Jefferson y Rubén Castro y organizado con buen gusto atrás por Beñat e Iriney. Pepe Mel ha construido un equipo gustador, dudo seriamente de que plantee un partido hosco y agresivo.

Por nuestra parte, es probable que repitamos el once que tan buen resultado e impresión nos dejó contra el Español la pasada jornada, con el único cambio de la entrada de Pepe por Carvalho. Un equipo sólido atrás con Pepe y Ramos, musculoso, con llegada y técnico en la media con Alonso y Khedira y con el potencial atacante desplegado arriba por el cuarteto Kakà-Özil como creadores e Higuaín y Cristiano para finalizar la jugada. En definitiva, se avecina un partido bonito y alegre a la vez que un reencuentro esperado y vital para, como mínimo, seguir manteniendo la distancia redonda de 10 puntos respecto al segundo, eso sí, descontando una fecha más del calendario.


¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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