domingo, 29 de enero de 2012

A punto de Jaque Mate


Llegaba el colista al Bernabéu, en lo que se presumía un partido tranquilo para de Mourinho y para la afición madridista, sobre todo después de lovivido el miércoles en Barcelona. Como de costumbre, había expectación por conocer y valorar el once blanco. En esta ocasión, Mou optó por el mantenimiento de dos de sus pilares maestros, Alonso y Cristiano, dejando las rotaciones para otros jugadores. También escogió dar continuidad a la pareja de magos, Kaká y Özil, para deleite de muchos. Lo mismo sucedía con Granero, aunque para jolgorio de muchos menos. Benzema volvía a la titularidad, como Altintop, que encuentra su lugar en este equipo en la demarcación sin dueño fijo, el lateral derecho.

El partido tiene un fácil resumen: duró 56 minutos y, en general, fue bastante mediocre y aburrido. Los maños lo plantearon con una consigna básica: anular a Xabi Alonso. Así, salieron con dos líneas de cuatro, un jugador por delante del centro del campo que realizaba en muchos momentos un marcaje individual al 14 blanco, y Aranda en punta. El Madrid por su parte se mostraba voluntarioso en ataque, con un Cristiano participativo en los primeros minutos, sobre todo como asistente. Özil, que volvía a salir de la banda derecha, intercambiaba posiciones con Kaká, del mismo modo que Cristiano con Benzema, en lo que se convertiría en tónica habitual durante el partido. Sin concretar el juego en ocasiones, el Madrid dominaba sin despeinarse. Sin embargo, en una de nuestras pájaras ya típicas del mes de enero, nos dejábamos marcar un gol de los que enfadan mucho a los entrenadores. En primer lugar, permitimos un saque rápido de falta en el centro del campo, sin realizar repliegue alguno. Después, ni Pepe acertó en su interpretación de la marca ni Casillas en su colocación. Aunque no sea el mayor responsable del gol, jamás entenderé cómo porteros de nivel internacional defienden estas acciones saliendo un metro por delante del primer palo y dejando la portería libre. El trabajo táctico de los porteros es de lo más mejorable del fútbol actual.

Pese al gol zaragocista, no cambió mucho el panorama del partido. El Madrid tenía problemas en fase de creación, primero por la poca participación de los medios centro, y segundo, por la poca aportación de Marcelo superando líneas con balón. La única vía que proporcionaba soluciones exitosas eran los pases entre líneas desde nuestro campo a la espalda de los centrocampistas rivales. En este caso, Özil, tanto en posiciones centrales como laterales, empezó a erigirse como timón del barco blanco. Así, empezábamos a acumular llegadas fruto de esas combinaciones en espacios reducidos a las que ya estamos acostumbrados. No obstante, el gol llegaría en una acción menos combinativa y más directa: pase largo al espacio para Kaká, quien tras crearse el hueco sacando de zona al central lanzaba una ruptura a su espalda, recibiendo y encarando meta. Un Kaká en forma no podía desperdiciar semejante ocasión, y con un bonito pero simple golpeo de interior colocaba el balón en el segundo palo para firmar el empate.

El Madrid, de nuevo con la obligación de remontar en casa, llegaba al descanso con la tranquilidad del empate. Destacaba la confirmada resurrección de Özil, de la que quiero ensalzar un aspecto que mejora mucho el rendimiento global del equipo: su capacidad de desborde en el uno contra uno. Esto nos faltaba en las últimas semanas,y  ni siquiera Cristiano marcaba diferencias en dicha suerte. El 10 alemán nos ha devuelto la magia del regate útil, el que sirve para generar superioridades por la calidad individual. Por lo demás, el partido resultaba algo gris, tanto individual como colectivamente.

Tras comenzar el segundo tiempo el Madrid salía, como en remontadas anteriores, con ganas de corregir rápido el mal resultado del descanso. Cuatro minutos fueron suficientes esta vez para conseguir devolver el partido a su curso natural: en una jugada iniciada por Özil con un robo a Luís García en la línea de fondo propia, y tras multitud de pases en progresión, el propio Özil llegaba por la banda derecha hasta el lateral del área rival para asistir magistralmente a Cristiano, quien sólo tuvo que empujar el balón. La amplitud que tanto faltaba en nuestro ataque fue clave en esta acción para generar la superioridad necesaria. Pocos minutos después, otra magnífica asociación entre los mediapuntas alemán y brasileño daba frutos: asistencia al primer toque de Kaká a la espalda de la defensa, en dirección al desmarque de ruptura que Mesut lanzó, en esta ocasión, desde el lado izquierdo. Encerrado en la esquina zurda, y tras un control que no parecía bueno, el 10 resolvió la acción con un sensacional disparo al primer palo ante el que nada pudo hacer Roberto. Desde ese preciso momento, el partido murió: cualquier espectador podría haber confundido los minutos restantes con un partido de pretemporada o de la jornada 38 con todo ya decidido.

El partido de ayer lo vemos varias veces en cada campeonato, y hay que saberlos ganar. No es día para sacar conclusiones profundas, aunque siempre hay cosas que comentar. Sobre el colectivo me quedaré con una positiva y una negativa. La buena es que somos un equipo muy competitivo que, incluso en partidos malos que se ponen en contra, demostramos siempre carácter y solvencia para ganar. La mala es que hasta el colista nos marca goles con relativa facilidad.  Damos demasiadas ventajas debido a falta de concentración, puntuales pero graves. Sobre los jugadores, destaco a Özil en primer plano, y después a Kaká. De Cristiano alabo su espíritu colectivo, que me hace restar importancia a su mal momento técnico. Lo preocupante: Xabi sigue absolutamente desaparecido en el juego ofensivo y con un rendimiento físico más propio de un jugador retirado. El último apunte se centra en el mini debate del momento: Granero. Lo máximo que puede aportar al Madrid es hacer partidos correctos contra equipos de perfil bajo. Desgraciadamente, es un jugador que destaca más por sus defectos que por sus virtudes. Cuando salga de aquí, no creo que recale en ningún equipo puntero de Europa, y con suerte disputará la Europa League si no decide irse a una liga menor. Con la melancolía de Sahin por resolver, si dependemos de este tipo de jugadores lo tendremos difícil. Lo cual no nos nos impide volar ya a 7 puntos de distancia del segundo.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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