sábado, 7 de enero de 2012

El cazador a llegado


El cazador anda suelto. Karim Benzema, con dos goles, volvió a emerger como el futbolista más determinante de este Real Madrid y a base de movilidad y zarpazos descompuso a un Granada que hasta el 2-1 tuvo al Madrid al borde de la taquicardia. Pero para las arritmias Jose Mourinho ha encontrado la mejor medicina, un gato transformado en cazador y que no deja presa viva. Los blancos se acuestan con el retrovisor desempañado y con seis de diferencia sobre el equipo que encabeza la otra Liga, pese a que durante varios minutos no habia forma de ver qué pasaba a las espaldas porque los turrones siguen haciendo de las suyas.

El Madrid volvió a hacer una primera parte bastante flojita. Multiplicando sus problemas a balón parado y en el juego aéreo, volvió a encajar un gol por arriba y el golpe, que en otras ocasiones no sería más que el molesto picotazo de un mosquito, casi provocó el dengue con el equipo ingresado en la UVI. El Granada jugó muy bien sus cartas: muy ordenado, sin dejar espacio para pensar y soltando muy pocos latigazos en ataque pero suficientes para coger al Madrid en la luna de Valencia. Con lo que no contaban era con Benzema.

El frances, que marcó el 1-0 a centro de Cristiano y tras control fallido de Özil, fue el mayor tormento para la zaga granadina y el único que era capaz de llevar peligro real a las inmediaciones de la portería de Roberto. Él y el juego aéreo, con Sergio Ramos campando a sus anchas. Tras el empate granadino y el tembleque de piernas que le entró a los blancos, con Xabi Alonso especialmente espantoso pero todos como flanes, el sevillano, en su tercer remate de la tarde, se elevó tras córner botado por Özil, al menos un poco más presente en el juego que otras veces, y clavó el 2-1 poco antes del descanso. Pero las sensaciones no eran precisamente buenas.

Buenas lo fueron en el inicio de la segunda, donde en cinco minutos el Madrid se sacudió el partido de encima, ahora sí el aburrimiento les hizo espantar moscas con el rabo. Higuaín y otra vez Benzema, quién si no, certificaron que los tres puntos se quedaban en Madrid en un arranque muy bueno tras el descanso, igual de agobiante que en la primera mitad pero sin tanta ansiedad, y el partido quedó reducido a un bolo veraniego, ver cuántos más era capaz de marcar el equipo blanco, pero ya al trantrán.

Y más aún sin Benzema, tocado en el tobillo. Pero no era día de goleadas, aunque Cristiano ya cuesta abajo atinó a redondear el marcador y sacudirse la ansiedad y los pitos de la grada, y sí de seguir sacudiéndose el óxido navideño: la pasada temporada costó todo el mes de enero. Ahora, con el cazador francés, la digestión de los polvorones parece hacerse algo más deprisa, pero aún pesa. Que no sea nada, Karim.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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