jueves, 26 de abril de 2012

Tristes ahora, alegres mañana.


No les voy a hablar en este artículo de los aspectos tácticos del partido contra el Bayern. No tengo ganas de darle más vueltas al partido. De si Fulanito la tocó más que Menganito, por qué tirábamos poco a puerta, quién marcaba a quien y todas esas sutilezas-mariconadas. Yo aquí trataré más bien sobre cómo tomarse y encajar el resultado: lo primero que quiero dejar claro es que, bajo mi punto de vista, el Madrid no se ha quedado sin final por mala suerte. Sí, obviamente ha sido un factor (como lo es siempre que se llega a una tanda de penaltis), pero principalmente nuestro equipo no hizo los suficientes méritos para derrotar indiscutiblemente a los de Múnich. Tras ponernos 2-0 a los 10 minutos, e incluso después de que ellos nos marcaran, tuvimos una hora y media de juego -que se dice pronto- para marcar el gol que nos diera la clasificación, y fuimos incapaces de hacerlo jugando en nuestro propio estadio.

¿Significa eso que somos malos, o que no merecíamos el título? No necesariamente. Sólo que debemos ser todavía mejores para evitar goles tontos como los de la ida, o para rematar a rivales inferiores. Parece claro que el equipo no llegó bien físicamente al partido: mientras el Bayern tiraba su Liga para centrarse exclusivamente en la eliminatoria, nosotros hemos salido con el equipo titular en casi todos los partidos. Esto se notó en los penaltis, un momento en el que la entereza física influye mucho. Por supuesto, también hubo errores individuales en los dos partidos, y Mou la habrá cagado en ciertas cosas; ya ven, el tipo es humano.

La eliminación permite ser autocrítico, algo que habría sido muy  difícil hacer de haber pasado y ganado el título. Está claro que yo prefería mil veces ganar la Copa de Europa, pero ahora no creo que haya miramientos para hacer los cambios necesarios, desde la portería a la punta de ataque. Para mí, algunos están durmiéndose en los laureles como Casillas, que hizo una excelente tanda de penaltis pero nos condenó en la ida, y condiciona nuestro juego inaceptablemente, por lo que hay que buscarle un portero que le presione desde el banquillo, y otros que han llegado al final de su ciclo madridista, como Kaká, a quien las oportunidades se le acabaron hace tiempo. Florentino ya se dio su caro capricho, ahora que saque lo que pueda por él.

¿Mejoras para redondear el equipo? Las que todos tenemos en mente: un portero alto y bueno en todas las facetas del juego que empuje a Casillas, un lateral derecho indiscutible, llenar el centro del campo de talento y frescura(recuperando a Sahin y Canales, por ejemplo) y quizá un rematador puro. No puedo ir más allá de este análisis superficial, pero habrá quienes los realicen mucho mejores.

Sé que algunos de ustedes están cabreados y deprimidos, y que veían lo de ayer como una oportunidad única. Y aunque era una ocasión excelente de hacerse con la ansiada Décima, los hechos demostraron que nos faltaba un puntito. No podemos lamentarnos en exceso, porque dependimos de nosotros y no lo logramos. La verdadera final era ayer, y el Bayern, siendo menos equipo, ganó con un poquito de suerte y exprimiendo al máximo sus recursos. Es algo que hemos visto mil veces en el fútbol, y que volveremos a ver. Por lo demás, la vida sigue su curso normal, porque aunque a veces se nos olvide esto es un puñetero juego, y el sol seguirá brillando. Sobre todo, no vean nada de prensa deportiva, porque está hecha por subnormales para subnormales. Hay que alegrarse por haber conseguido la Liga de forma brillantísima, estando desde octubre líderes, y por haber frenado al equipo del Mal, aunque luego hayamos pagado un alto precio. Son cosas que le suelen ocurrir a los héroes.

Hay que levantar la cabeza, seguir animando, nuestros chicos necesitan todavía 6 puntos y el domingo viene el Sevilla a las 12 de la mañana, animémosles, aplaudámosles, ellos sabrán devolvérnoslo con un triunfo que nos dejaría a las puertas del título. ¡Hasta el final, vamos Real!
Mou y nuestros cracks siguen aquí, y el año que viene volverán, más experimentados  y poderosos. Lucharán para llevárselo todo y acabarán lográndolo, porque ése es nuestro destino.


¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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