El partido contra el Atlético de Madrid se presenta tramposo. El Madrid es un equipo infinitamente superior al equipo colchonero, al que además tenemos totalmente comida la moral. Poco queda de aquel vecino contestón y ganador, que miraba de tú a tú a su -por aquel entonces- máximo rival.
Hoy en día son un equipo normalito con botas de tacos, un equipo y un club poseído por el espíritu de Gil. La victoria en UEFA y Supercopa fue tan sólo un paréntesis en medio del caos que tienen y la venta este verano de su estrella, el Kun Agüero, no ayudó a calmar las cosas precisamente y la familia Gil, con muchas ganas de firmar su último gran contrato antes de marcharse –con la venta del estadio- vieron peligrar su permanencia en el Club por lo que tiraron la casa por la ventana haciendo un equipo bonito. Falcao es un 9 descomunal, Diego es tan genial como irregular y Adrián un remiendo de Benzema “a la española”. Junto a ellos un centro del campo liderado por Gabi y una defensa… peculiar y tocada por las sanciones. Salvio tampoco jugará. Y en el banquillo un viejo conocido, Simeone, el escudo ideal para los Gil.
El Madrid se presenta, por primera vez mucho tiempo, con toda la plantilla disponible para Mourinho y el equipo mejorando tras el bajón físico y de juego del pasado mes de Marzo. Después de la espectacular exhibición de juego, aunque el equipo se partió un poco en el medio, contra el Valencia, el equipo perdió dos inmerecidos puntos (uno para Guaita y el otro para Clos Gómez) que han apretado un poco más la Liga. El Real Madrid jugará con toda la presión del mundo, sabiendo que la Farsa está a tan sólo un punto provisionalmente, sabedores de que el Atleti va a jugar con cuchillos en lugar de piernas y conscientes de que el arbitraje nos va a joder tanto como esto sea posible. Es vital concienciar a los jugadores de que su nivel de juego es brutal, que con paciencia y olvidandose de los condicionantes externos los resultados tienen que acompañar necesariamente.
No me atrevo a dar una alineación aunque apostaría por la misma que vimos contra el Valencia, con los cambios de Ramos por Albiol y Di María por Higuaín, formando el equipo con el ya típico Marcelo, Pepe, Ramos y Arbeloa atrás, Alonso y Khedira en el medio, Özil como enganche y en ataque el tridente formado por Cristiano, Benzema y Di María; todos colocados en el ya tradicional 4-3-2-1 “Mourinhiano” y mentalizados en confirmar las apabullantes sensaciones mostradas esta última semana y en recoger del vecino madrileño el tributo de cada año en forma de tres puntos.
Es vital ganar los dos partidos antes del asalto al Caca Nou, llegar con un colchón de puntos superior a un partido nos daría tranquilidad y más confianza para afrontar ese partido. Pensar partido a partido.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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