miércoles, 18 de abril de 2012

Les esperamos en el Bernabéu


Fue una jodienda, otra vez un gol al final. Como ante el CSKA, ante el Málaga, ante el Villarreal... Demasiadas veces ya. Mario Gómez empujó un pase de Lahm y el Madrid perdió un empate sufridísimo en Múnich. Con ese gol valía el 0-0 en casa, en ocho días. Ahora toca marcar y no encajar. Hay que morir en el Bernabéu.

No empezó el partido mal el Madrid. Mou puso el once 'de gala', con la inclusión de Coentrao por Marcelo para fortalecer defensivamente la banda izquierda y los blancos supieron meterle el miedo en el cuerpo al Bayern en los primeros 15 minutos. Con una presión adelantadísima y con Khedira magnífico impidiendo la circulación del centro del campo del Bayern, aunque con Xabi Alonso especialmente fallón, era el visitante el que mandaba sobre el campo. Sin ocasiones, eso sí, solo un remate de Benzema que paró Neuer.

Sin embargo, el primer ataque del Bayern, al cuarto de hora y en un córner, a balón parado, fue lo que se esperaba: un mal despeje de Ramos que rebota en la mano de Badstuber, lentitud de Di María al ir a por el rechace y Ribéry que fusila entre un bosque de jugadores y con un compañero en fuera de juego y en la trayectoria del balón. Y el 1-0 se convirtió en un martillazo en la cabeza de los madridistas, que durante más de veinte minutos no fueron capaces de reponerse al golpe.

Fueron entonces los mejores minutos del Bayern, con Ribéry  a sus anchas entre Arbeloa y Di María encontrando espacios entre líneas. Pero el Bayern tampoco era capaz de acercarse con peligro a Casillas. No pudo hacerlo hasta que el Madrid recuperó algo de oxígeno y también volvió a encontrar la manera de buscarle las cosquillas a Neuer, aunque sin éxito. Iker evitó tirando de reflejos el segundo gol del Bayern, un zurriagazo de Mario Gómez, mientras que Benzema volvía a desaprovechar otra buena ocasión  al disparar muy flojo y sin apuros para Neuer tras un gran desmarque por el centro.

Pero el partido, al descanso, dejaba malas perspectivas para el Madrid. Xabi Alonso volvió a quedar en evidencia demostrando que en partidos de este nivel su físico no le da. Di María estuvo tremendamente fallón e individualista y Özil volvió a fundirse en apenas un cuarto de hora.

Afortunadamente, el diez blanco supo ponerse en el lugar indicado en el momento justo. Tras un contraataque blanco en un arranque de segunda parte que volvió a recordar al del primer tiempo, y tras mil rebotes al límite, el alemán supo meter el pie para hacer el empate a un balón imposible al que llegó Cristiano Ronaldo.

Pero el gol a favor tuvo el mismo efecto para el Madrid que el que encajó en la primera parte. De repente, el equipo se deshizo y el Bayern, sabedor de lo que había en juego, apretó lo que pudo y más. Y entonces apareció un soberbio Pepe: tremendo al corte, insuperable en su zona, hizo una segunda parte espectacular y fue creciendo según el equipo se venía abajo. Sergio Ramos, en cambio, sufrió uno de sus ataques de ansiedad y un par de despistes suyos los desperdició Mario Gómez.

El Madrid, en ese momento, pedía un oxígeno que sólo Benzema, aguantando el balón arriba en las pocas ocasiones en que le llegaba, era capaz de darle. Pero el oxígeno, pese a los cambios, no llegó. Coentrao se quedó sólo defendiendo a Ribéry y Lahm, le entró tarde y mal al alemán y su centro lo remató Mario Gómez para dejar al Madrid conun jarro de agua fría. Pero queda el Bernabéu y este estadio en Europa son palabras mayores, más le vale a los alemanes que no lo olviden.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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