Partido de homenaje

Esta noche en una ciudad medio vacía por las vacaciones de Semana Santa, el Real Madrid, el Rey de Europa, rendirá homenaje a dos de las mayores glorias que han vestido esta camiseta: Juan Gómez Juanito, de cuyo trágico fallecimiento se cumplieron hace dos días 20 años, y José María Zárraga, cinco Copas de Europa en la repisa junto al televisor de casa, que ayer se nos fué. Enfrente, el APOEL, el equipo revelación de esta Copa de Europa.

Brazaletes negros y minuto de silencio en memoria de uno de los pocos jugadores que podían presumir de tener cinco Copas de Europa, más que algunos clubes en toda su historia, y del gran mito del madridismo. Hoy no hará falta “invocar” al espíritu de Juanito pero sí al del Rey de Europa que encarnaba Zárraga, porque no habría mejor homenaje a ese centrocampista fundamental en el nacimiento internacional del club blanco que hacer lo que mejor sabían hacer los de su generación, unos tales Rial, Di Stéfano, Gento, Puskas, Santamaría... Machacar al rival sin piedad en busca de la gloria.

Mourinho es de esos: a pesar del 0-3 de la ida, nada de rotaciones masivas. Dos o tres retoques, que tampoco pueden ser tomados como rotaciones, y al campo a jugar. Intentar saber quién puede ser el lateral derecho, con Arbeloa y Lass fuera de la convocatoria, es como intentar acertar el Euromillon, infinitas posibilidades, aunque Ramos, que descansará por sanción el domingo ante el Valencia, puede que vuelva a su antigua posición. En el centro del campo, lo normal es que Xabi rote y Granero y Sahin ocupen el doble pivote, mientras que Di María y Callejón regresarán a banda derecha, uno como titular y otro como recambio a la media hora.

Al fondo, en semifinales, asoma la patita del Bayern. Juanito estaría rugiendo con tal de poder enfrentarse al gran enemigo europeo del Madrid a lo largo de su historia mientras Zárraga miraría sus cinco Copas de Europa tratando de recolocarlas para hacerle sitio a una más. ¡Va por ustedes!

¡¡HALA MADRID!!

Madridistas de Firgas.