martes, 17 de abril de 2012

El Clásico de Europa


Es la madre de todos los partidos. No sólo por lo que significa, la ida de una semifinal de la Copa de Europa, de nuestra Copa de Europa, sino sobre todo por el rival que hay enfrente: el Bayern Múnich, el equipo con quien el Real Madrid más veces se las ha tenido crudas a nivel internacional a lo largo de su extensa y exitosa historia. Porque este partido es sin duda el más importante que va a disputar el Real Madrid desde la temporada 2002-2003. Para cosas como ésta se hizo este proyecto y ahí estamos: justo donde queríamos. Es el Clásico de Europa.

Mourinho, ya lo dijo en rueda de Prensa, lo tiene claro: sabe cómo jugarle al Bayern, no hay dudas sobre el once y se le vio contentísimo paseándose por Múnich con el disfraz de tierno corderito. Si el Bayern tiene algo, aparte de algunos jugadores de gran nivel, es una capacidad estupenda para convertir las previas de los partidos ante los blancos en una especie de picadora de carne en la que desprecia sistemáticamente todo lo que vista de blanco. Peor para ellos, porque este equipo, el de los 107 goles, mata a quien se le acerque al trofeo de las orejas grandes.

Decía Mou que no tenía dudas. Y si es cierto, todo apunta a que toca trivote. Ése "será un partido más táctico de lo normal" que dijo en rueda de Prensa indica que el triángulo de presión alta, con Khedira y el resucitado Lass escoltando a Alonso, será titular. La misión, esta vez, no tiene pinta de ser presionar arriba a un equipo que se salta pasar por el centro del campo casi por genética, sino que el alemán y el francés estén dispuestos a ayudar en las coberturas a los laterales, Arbeloa y presumiblemente Coentrao, encargados de bailar con las más feas, aunque decir eso de Ribery sea una redundancia. El otro es Robben. O Chuppén, por su individualismo exagerado.

El trivote y la entrada de Di María obligarían a prescindir de Özil y Kaká, tal vez los dos jugadores más frágiles físicamente del equipo y quizás no preparados para disputar aunque sea 60 minutos en un partido que será tremendamente tenso y jugado a un ritmo altísimo. Porque el Madrid, para salir vivo de Múnich, sabe lo que tiene que hacer: darle la pelota al rival y esperar a cazar mediante una contra a un equipo que, como el Madrid, es demasiado flojo en defensa.

De todas maneras, si algo ha enseñado Mourinho es que estas eliminatorias son a 180 minutos. Hoy, cualquier resultado que suponga que el Madrid no se vuelva a casa con su casillero a cero será un gran marcador para la vuelta. Marcar o marcar en el clásico de Europa. Round 1.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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