Viajamos en busca de los tres puntos definitivos para el
título a un campo extraño, que nos llevan vendiendo toda la vida como la
“Catedral del Fútbol”, no sé muy bien por qué. Quizá algún día lo fue, allá por
los años 40 o 50, pero hoy día… Desde luego, por palmarés no es catedral de
nada, varios clubes los superaron hace tiempo; por arquitectura, sin
comentarios; por respeto a la Liga y el país donde juega el club, tampoco: basta
con ver el desagradable episodio que fue
la final de Copa que jugaron en el 2009, y los partidos de ese juguete
abertzale llamado “selección de Euskal Herría” que se montan cada año. Hace
décadas que no se ve una bandera española en la “Catedral”, pero ikurriñas del
psicópata Arana hay varios cientos en cada partido. Y del vergonzoso desprecio
que han tenido a las víctimas del terrorismo desde la transición, mejor ni
hablar.
¿Vendrá el orgullo bilbaíno, entonces, de que sólo juegan
con gente “de la casa”? (y riojanos, navarros y franceses, o de cualquier otro
sitio si tienen los antepasados adecuados). Yo creía que el objetivo del
deporte era ganar, pero esta gente prefiere fomentar el aspecto
nacional/racial, aunque jamás vuelvan a ganar una Liga. No sé, pasan cosas muy
extrañas por allí. ¿Se imaginan las elecciones de un club en las que un partido
político muestre su apoyo a uno de los candidatos? Pues en el Athletic eso
pasa, ya ven. Pero aunque sean un club excluyente, politizado, antiespañol y
limitado deportivamente, al parecer pueden dar lecciones a los demás. Es verdad
que nunca van a escuchar ustedes nada de estopor la prensa o televisión, y si
alguna vez a alguien le preguntaran por ello, responderían con la mentira de
que no hay que mezclar fútbol y política, aunque eso es precisamente lo que
hace el club bilbaíno desde hace muchísimo tiempo.
Pero me desvío: yo quería hablar del Real Madrid y del
partido de hoy. Y digo que ganar la Liga en ese campo sería especialmente
satisfactorio, por lo que he dicho hasta ahora. El Madrid, que es uno de los
poquitos símbolos de excelencia que le quedan a nuestra nación, España, tiene
siempre a casi todos en contra, y por ello deberá ir a la “Catedral” a
reivindicarse futbolísticamente, institucionalmente y como símbolo nacional.
Nos pitarán e insultarán sin parar, pero seguro que nos creceremos en ese ambiente
en contra.
Esta gente no necesita una excusa para odiarnos, pero la que usarán
esta vez es que no les cedimos nuestra casa para la final de Copa. El motivo
exclusivo fue que aún nos queda un poquito de dignidad, y de ninguna forma
podíamos permitir que en nuestro estadio se organizara otro repugnante
espectáculo antiespañol (desafío públicamente a cualquier aficionado del Athletic
a que me asegure que se habría respetado a nuestro himno y a nuestro jefe del
Estado, a ver si uno solo tiene los cojones de hacerlo). Pero con pitos o sin
ellos ganaremos, porque somos un equipazo y celebraremos la Liga muy
alegremente. Por cierto que la Farsa juega antes, así que podríamos salir ya como campeones. Algunos “leones” han hablado
de boicotear la celebración y de no hacernos el pasillo si esto sucediera; pues
mejor, así quedaran más retratados si cabe.
Además de para ganar la Liga, el partido servirá para ver en
directo a Javi Martínez, próximo jugador madridista, al cual nos venderán para
poder pagar su nueva “Catedral”. Un proyecto, por cierto, realmente peculiar:
de sus 150 millones de presupuesto, 50 los pone el gobierno vasco (!!), otros
50 el Ayuntamiento y la Caja (!!!) y los 50 que faltan ya el club, para que no
cante demasiado, aparte de 12 millones que les perdonan en licencias de obras
(!!!!). ¿Han oído ustedes hablar de este estadio una sola vez en la tele o en
la prensa deportiva, han escuchado los conceptos “pelotazo” o “malversación de
de fondos públicos”? No, ¿verdad? Es que es una “inversión”, ¿saben? Como
siempre, unos crían la fama y otros el provecho. Pero lo que nos interesa a los
merengues es que el Bilbao, que tiene que afrontar esta inversión con un
presupuesto anual de 60 millones, obviamente agradecería enormemente la
inyección de dinero que le supondría vendernos a un jugador, y por eso la
operación se acabará haciendo. Por supuesto, después se seguirán cagando en
nosotros, pero nos seguirá dando completamente igual como hasta ahora, mira por
dónde.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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