De Cibeles al pasillo. Porque así, con un hermoso y
rojiblanco pasillo, recibirá el Granada al Real Madrid, gloria al campeón. Da
la casualidad que la última vez que el Real Madrid jugó en Liga en el estadio
granadino, en 1976, lo hizo cantando el alirón. Hoy, regresará recibiendo un
pasillo. Y luego dicen que el fútbol no es maravilloso...
Pero además de pasillo hay fútbol, y del bueno. Porque el
Madrid, aunque tiene la Liga ya en la saca, tiene todavía cosas que demostrar
en esta temporada, la de la Reconquista. Si gana hoy y lo hace también el
próximo fin de semana al Mallorca en la última jornada, alcanzará los 100
puntos en el campeonato, una barbaridad. Y porque de blanco viste un tal
Cristiano Ronaldo que es un caníbal ansioso de goles y que mantiene un duelo
personal con Messi simplemente tremendo.
El Granada no es moco de pavo: Los Cármenes es un fortín y
en la ciudad, llena de madridistas, se vivirá una auténtica fiesta, muchos años
esperando este momento. Y encima, en el banquillo tienen a Abel Resino, quien
cambió el río Manzanares por la Alhambra pero no su sentimiento antimadridista.
Quien espere un partido sin intensidad está equivocado.
Todo apunta a que Mourinho rotará a sus hombres, dándole
minutos a los que tiene la pinta que dirán adiós este verano (Higuaín, Adán,
Altintop, Kaká) y a los que menos minutos han disputado (Varane, Albiol, Sahin).
De Lass y Carvalho cualquiera sabe. Pero lo que es seguro es que con el siete a
la espalda, el pelo engominado y el cuello de la camisa levantado habrá un tal
Cristiano Ronaldo que no va a conformarse con recibir un pasillo sino que
querrá un carro de goles de vuelta a casa.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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