lunes, 1 de octubre de 2012

Con buen rumbo




La alineación sorprendió por las novedades que presentaba. Más allá de las reservas (que también) llamaban la atención las pruebas y el cambio de posición o rol de algunos elementos. Ramos volvía al lateral, Pepe y Varane formaban el centro de la defensa, mientras que Marcelo seguía en el lateral izquierdo pese a que Coentrao ya estaba disponible. El portugués ni siquiera fue convocado (como Essien, éste por molestias) pero al no ser un campeón del mundo, dudamos de que esto cause polémica alguna. En el medio, bendito descanso para Xabi. El vasco está en un momento de forma bastante dulce, pero ya sabemos que el año pasado por la no participación de Sahin le impidió tener las rotaciones que su estado físico exigía, lo que perjudicó a su rendimiento particular y al global del equipo. Khedira y Modric terminaron de formar la media, viendo al fin el esperado duo del croata con Özil, del que sólo habíamos disfrutado en los minutos finales del City. Adelante, los de siempre, pero de otra forma. Aunque inicialmente los jugadores de la delantera se colocaron donde debían, durante el primer tiempo Di María vivió en la banda izquierda, mientras que Cristiano alternaba la derecha y el centro con Higuaín, ayer nueve titular. El resultado de esta alternación en ataque fue muy productivo.



Los primeros minutos de tanteo mostraron a un Depor ordenado y bien posicionado. Su línea de defensa se mantenía adelantada, lo que siempre es una tentación para buscar los espacios. Nuestro juego se basaba en rápidas recuperaciones en zonas avanzadas del campo, destacando el titán Khedira en esta función. Modric ordenaba el juego con su trote elegante y su toque geométrico, mientras que Marcelo y Di María hacían daño por la izquierda. Sin embargo, a contracorriente del desarrollo del partido, el Depor se adelantó a los 16 minutos por medio de Riki, en una jugada fabricada precisamente por la banda derecha, izquierda de la defensiva blanca. Pepe había salido al ataque, y aunque volvió a tiempo para tapar, se notó ese ligero desajuste. Destacar que Varane dio muestras de una gran madurez, pese a su juventud, retirando el pie a tiempo en lo que podría haber sido un penalti y expulsión.



El Madrid no se descompuso y siguió jugando de la misma manera. Las combinaciones eran académicas, y sólo un poco de falta de chispa en los últimos metros impedía traspasar la última valla. Fruto de esta buena actitud empatamos pasados sólo cinco minutos gracias a una acción de Di María, quien atacando con peligro la banda izquierda ganó un penalti al pobre Manuel Pablo. El veterano lateral acabó desquiciado por el constante desborde al que estaba siendo sometido en su zona, acabando sustituido en el descanso, en una inteligente decisión de Oltra. Ronaldo marcó y a partir de aquí se venció la escasa resistencia deportivista.  El 2-1 llegó a los 38 minutos, de nuevo por la banda mágica de Di María, y gracias a un pase brillantísimo de Modric en diagonal, que dejó solo al extremo argentino. Dos apariciones de Di María en la banda contraria donde suele actuar habían levantado el partido. Esto no quiere decir, necesariamente, que su juego sea peor por la derecha, pero una decisión táctica debe seguir el principio de lograr sorprender al contrario, y viendo el resultado de esto, queda claro que se consiguió. Todavía antes del descanso sentenciaríamos con un tercer gol. Ramos, feliz como lateral – el lugar más débil del equipo – remató el enésimo rechace del meta rival y Ronaldo metió la cabeza. 156 goles en 153 partidos con el Madrid son cifras de otro mundo.



Con la segunda parte planteada casi como trámite, Mourinho decidió seguir moviendo sus piezas para probar nuevas configuraciones del equipo. Kaká entró por Özil, quien estaba haciendo un partido interesante. El brasileño, héroe del Trofeo Bernabéu, debutaba en competición oficial 2012/13. Tuvo un par de oportunidades, pero en general pasó tan desapercibido como acostumbra. Más tarde entrarían Xabi Alonso por Modric y Benzema por Higuaín. La cuestión del mediocentro ya está comentada, parece que Modric, Alonso, Khedira y Essien suena a ese centro del campo completo y con variantes por el que llevamos mucho tiempo suspirando. En el eterno debate del nueve, ayer Higuaín como titular volvió a estar gris. Me gustó, en su favor, su buen trabajo a la hora de buscar las bandas. Di María pasó de nuevo a la derecha, donde no apareció tanto pese a ofrecer algún pase bienintencionado. El esquema de este segundo tiempo, en lo que a las características de los jugadores se refiere, era igual a un 3-5-2, con tres centrales natos y dos carrileros (Marcelo-Di María). Marcamos dos goles más casi por inercia: el primero a balón parado, en una falta lateral magistralmente lanzada por Xabi Alonso a la cabeza de Pepe, que recibió una merecida ovación aunque fuera por su infrecuente encuentro con el gol; y el segundo de Cristiano al marcar un penalti.



El equipo empieza a mostrar la fortaleza necesaria para afrontar las duras pruebas que nos vienen. Sobre el asunto del lateral, en partidos como estos, de claro dominio, Ramos puede ser un opción válida. Pero no quiero recordar tantos partidos importantes donde su irresponsable incorporación atacante nos costó cara, sobre todo cuando Marcelo le acompañaba en el lado opuesto. Esta goleada demuestra que ya no necesitamos de la motivación extra de enfrentarnos a un gran rival para ofrecer nuestro mejor repertorio. Ello unido a una puesta a punto física completa nos da esperanzas de que la temporada, más vale tarde que nunca, se empiece a enderezar.


¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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