La relación del Real Madrid con la prensa nunca ha sido
fácil, ha pasado por peores y nefastos momentos, pero nunca ha sido fácil.
Poniendo un ejemplo bastante gráfico es una relación uña-raña, te la quitas
pero siempre vuelve.
No se trata esto de un artículo en el que se comente la
relación de la prensa con el Madrid, puesto que ya sabemos cómo es. Trato de
analizar, brevemente, la otra cara de esa relación: la del Club con la prensa.
Resulta difícil para el aficionado del Madrid desayunar un
día con una entrevista de José Mourinho en el As, y sobre todo concedida a
Joaquín Maroto. Como resulta complicado leer lo que escribe Alfredo Relaño
justo después de ver la publicidad en su periódico sobre la cubertería, el
polo, el cubrecamas, las zapatillas, el reloj, etc. del Real Madrid.
Los aficionados gastan, gastamos, tiempo y fuerzas en las
redes sociales defendiendo desinteresadamente al Club de los ataques de la
prensa, para que luego llegue la comida de Navidad y se recompense a esos
periodistas con un iPhone después de invitarlos a comer. Esta es la situación
que hoy queremos denunciar, la culpabilidad del club en el trato que nos da la
prensa.
Que el Real Madrid es un animal lento y pesado con los reflejos
de una persona de 110 años es una evidencia, como se demostró la semana pasada
con la tardanza en defender a Jose Mourinho de los insultos de Godall. Hasta
tal punto llega la pasividad nula del Club en sus obligaciones que, hasta hace
poco, era habitual ver en las tertulias de RealMadridTV a periodistas como
Diego Torres o Carmen Colino, personas que atacan al Madrid día si día también sin
ningún pudor y con mentiras increibles.
El día que los periodistas plantaron a Aitor Karanka en la
rueda de prensa se tuvo que tomar cartas en el asunto, pero en vez de eso se
dejó que José Mourinho saliese a quemarse él mientras los responsables de comunicación
no sacaron ni una miserable nota de prensa condenando el plante.
La política del avestruz realizada hasta ahora no puede
seguir ni un minuto más. Es hora de pasar a la acción, el Club tiene que recompensar
a aquellos periodistas que ejercen su labor (informar y criticar sin
animadversión). Asimismo hay que apoyar las nuevas formas existentes de
comunicar, potenciar tus propios canales de comunicación (web, redes sociales y
televisión). Se han de terminar las ruedas de prensa en las que preguntan
siempre los mismos cuatro periodistas, esos que están con la escopeta cargada
para disparar al mínimo movimiento. Hay que eliminar la venta licenciada de
productos oficiales del Real Madrid por los periódicos que te atacan con mala
leche.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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