jueves, 4 de octubre de 2012

Brutales



 La alineación que sacó Mourinho en Ámsterdam presentaba pocas reservas. A los, en teoría, titulares se les unieron Essien por Khedira (quien estaba tocado) y Callejón por Di María. Arbeloa volvía a la derecha y el rebelde Ramos al centro de la defensa, mientras que Marcelo continuaba en el lateral izquierdo. Arriba, turno de Benzema, ocasión para seguir con su magia con la Copa de Europa (16 goles en esta competición como madridista). No tuvo minutos Modric esta vez. Tras unos minutos de exploración, pronto empezó el Madrid a tomar el control. El piso estaba húmedo, con lo que el juego ganaba rapidez, aunque también se perdía estabilidad. Xabi Alonso se hizo rapidamente con el control y mandaba en el partido, escudado por un hiperactivo Essien que recuperaba balones sin cesar. En ataque, la movilidad contrastaba con la quietud de los primeros partidos de la temporada, viendo a Cristiano, Callejón, Benzema y al invitado especial Kaká aparecer por todos lados y varias veces.  Transcurridos 20 minutos ya habíamos hecho cuatro ocasiones claras (Cristiano, Kaká, Benzema y Ramos), tres de ellas salvadas por un gran Vermeer. Como de costumbre últimamente convertimos en héroe al portero contrario, lo que no deja de ser una excelente señal. Todavía, el portero de los holandeses salvaría un remate claro de Marcelo a los 38’.

La superioridad madridista tardó en plasmarse en el marcador y no fue hasta el minuto 42 del primer tiempo cuando abrimos la lata. El gol fue una jugada colectiva de las muchas que adornaron el partido: internada llena de habilidad y potencia de Karim por la izquierda, hasta llegar a la línea de fondo, pase atrás y, con varios jugadores esperando el remate, finalmente Ronaldo marca a puerta vacía.  Tras el descanso, el Madrid salió del vestuario para sentenciar y lo haría en una rápida contra, iniciada con toque de espuela del propio Benzema, conducción de Marcelo por banda izquierda, cambio a la derecha para Ricardo Kaká, centro de éste y espectacular remate en tijera de Karim. Parece que el Ajax inspira a nuestros jugadores a conseguir goles muy buenos. Si quieren podemos comparar la reciente chilena del francés con el gol del año pasado de Cristiano (el contrataque perfecto) o el anterior, de nuevo de Benzema, después de un taconazo de Özil. Elijan el que más les guste.

Con el partido encarrilado, era el momento de empezar a hacer reservas  y pensar en el domingo, pero Casillas no estaba por la labor, y decidió darle emoción al asunto: un córner del Ajax sobrevoló todo el espacio aéreo de Iker hasta llegar al segundo palo, donde Moisander remató de cabeza, con una respuesta de Casillas digna de portero de balonmano, pero poco eficaz en un campo de fútbol. Este inesperado gol dio alas al conjunto local, quien en los siguientes 10-15 minutos hizo sufrir al Madrid. Y es que tener esa inseguridad en los balones parados es un algo muy negativo. No sólo te hace que puedas recibir un gol en cualquier momento, sino que perjudica la confianza defensiva del equipo y hace que el rival se venga arriba de una forma artificial. Fruto de ese empuje, el Ajax creó cierto peligro con un par de remates. Uno de ellos fue un centro de izquierda a derecha que se marchó a saque de puerta, y ante el que Casillas respondió ¡reculando hasta su propia portería! Le faltó taparse las manos con la cara. El mismo Mourinho lo ha reconocido en rueda de prensa: así no se puede seguir. Ya hemos comentado otras veces que es un punto débil muy claro al que todos los equipos a los que nos enfrentemos van a atacar.

La respuesta desde el banquillo a los peores minutos del encuentro vino en forma de cambios. Los supuestos titulares entraron en auxilio para cerrar el partido, y así sucesivamente fueron entrando Di María por Callejón, Özil por Kaká, y Khedira por Essien. Fuera por ello o bien porque a los holandeses se les acababa la gasolina terminamos sentenciando con dos goles más, indispensables para no pasar apuros al final. El tercero llegó al minuto 79 en una combinación fantástica entre Benzema y Cristiano, los dos hombres del partido, con remate final del portugués desde fuera del área. El entendimiento que muestran sobre el campo recuerda al de otras parejas atacantes de éxito en el club como Hugo Sánchez y Butragueño (sólo que en este caso el gol de Hugo lo metió nuestro actual Buitre). La cuestión es que, por encima de números individuales, la participación de Karim mejora el juego colectivo en ataque, en particular si hablamos de Cristiano Ronaldo: de los 12 goles que lleva el portugués en esta temporada, diez de ellos los ha logrado cuando Benzema estaba en el campo. El propio Cristiano culminaría su segundo triplete de la temporada dos minutos después, con una bonita finalización de vaselina. Seis goles en los dos últimos encuentros, tras un comienzo con dudas.

Conclusiones: Nuestras dos victorias y el empate entre City y Borussia dejan la liguilla, que tantas dificultades parecía tener, en una posición muy buena para el Real Madrid, a la espera de los dos partidos seguidos con el Dortmund. Por esto, el temor de dejarnos ir en la Liga para priorizar Europa se va deshaciendo. Sobre la situación del equipo en líneas generales, la sucesión de cuatro victorias demuestra que ya estamos a punto. Los jugadores parecen acercarse a sus respectivas mejores versiones, excepto en algunos casos, como el ya comentado momento de Casillas. Atrás, Pepe lidera una defensa en la que Varane o Ramos pueden acompañarle eficazmente. En los laterales, el propio Ramos parece que va a ser una alternativa para Mourinho en la derecha, mientras que en la izquierda Marcelo está tan desequilibrante como acostumbraba, lo que es un feliz regreso. En el centro del campo, muchas  variantes todas girando en torno a un Xabi Alonso que es el del año pasado por estas fechas, un líder en lo físico y en lo táctico, sólo que a diferencia de entonces no tememos por su hipotético bajón. Arriba, las posibilidades son muchas y variadas, y el eterno retorno de Kaká no dará esta vez lugar a una desilusión porque ya nada esperamos. Sólo Higuaín parece desentonar. Mi conclusión es que, pese a algunas dudas que existen y que se reflejan en ese incómodo menos 8 puntos en Liga, el partido del Campo Nuevo nos llega en un buen momento. Creo firmemente que la historia de los últimos dos años (victoria en el Arena, derrota ante el Barcelona) no se repetirá.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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