Mirada chula, acento de portugués desheredado, look de
poligonero, hortera nuevo rico, … Tienes todos los componentes necesarios para
desplumarte cada vez que tuviese que hablar de ti. Pero no puedo. Para volver
loca más mi debate interior respecto a tu persona, te empeñas en correr detrás
de cada balón como si fuese el último que vas a tocar. ¡Vete al carajo!
Deberías de quedarte quieto, sin presionar ni correr detrás de la pelota mientras
yo te grito dándote lecciones de madridismo desde la grada o desde mi casa, sin
que tú me oigas, pero al terminar miraría a mí alrededor y pensaría “ya lo puse
bien puesto al inadaptado este”.
¿De qué vas? No puedes plantarte aquí con esas pintas y ese
porte y batir todos los promedios goleadores de mi Club. No puede ser que
cuando todos te critican por cosas que aparentas, pero que no has hecho en
público, lleguen tus compañeros y suelten que eres un muy buen tio. Desde luego
te has propuesto una cosa, romper con todo. Con los pronósticos y con los
estereotipos.
Vale. Pongamos que vistes de azulgrana. Estaría poniendo en duda
tu sexualidad todos los días. Alimentaría la rumorología respecto a las noches
que hubieses acompañado a Guardiola a su cama. Pero por otro lado estaría
jurando en arameo, frotándome las cejas suavemente con el índice y el pulgar
mirando despistadamente al suelo en un gesto de no quiero ni verlo, mientras pides
calma, calma, dirigiéndote a la grada del Bernabéu. Además, a diferencia de con
tu compañero argentino en esta cuento, Messi, Xavi Hernández sale diciendo que
eres un tipo sensacional pero que solo el 2% de la población mundial puede
entenderlo.
No, Cristiano ¡No! No puedes llegar aquí así, hacer lo que
estás haciendo y luego pretender que te critique. A veces te esmeras, eso es
cierto, haciéndome creer que estás triste, jejeje. Pero rápido te sale esa
sonrisilla de niño travieso que expresa un “vale, me has 'pillao'”. Nada como
ponerte delante del que realmente no es tu compañero, sino tu rival, y del que
sus compañeros no hablan tan bien cuando les preguntan por él en el tema
personal. Sobre el señorío y esas cosas que ni tú ni yo comprendemos.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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