Después de la lamentable derrota en Sevilla Mourinho movió
el equipo: Ramos al banquillo, uno de los cuatro o cinco ‘intocables’ a nivel
deportivo y social. Essien y Varane entran en el once y Mourinho construye un
equipo sólido. Había gente que decía que el Madrid necesita asentamiento.
Sentirse seguro antes que cómodo. Pepe, Varane, Essien, Alonso y Khedira con Di
María, Cristiano e Higuaín.
Marcelo jugó por
Coentrao y once sin Modric ni Özil. Salvando las distancias, el once del Madrid
tenía las mismas hechuras que el que se enfrentó al Barcelona en semifinales de
la Champions 2010-2011 e incluso que la alineación contra el Valencia tras el
5-0 del Barsa, hace dos años. Partido de poco tanteo, diferencia de goles
mínima, construir al equipo desde atrás, un partido dividido en dos mitades,
una física y de contención y otra más desatada ofensivamente, etc.
Casi todo el mundo
daba a Coentrao titular por Marcelo. Con la sobrecarga voluntaria en el centro
para frenar a Silva y Yaya y dar seguridad al equipo, Mourinho pensó en
Marcelo. Marcelo, en forma y concentrado es un jugador espectacular como ya
demostró en la temporada 2010-2011. Ayuda en la salida del balón y es
posiblemente el mejor lateral izquierdo ofensivo del mundo. La apuesta no le
pudo salir mejor a Mourinho. El brasileño, visiblemente fuera de forma y uno de
los señalados en Sevilla, se sobrepuso a su mal momento y jugó un buen partido.
Se ofreció, no sufrió atrás, y disparó con peligro dos veces antes de hacer el
1-1.
El Madrid juega una muy buena primera parte dominando el
juego, la pelota y al rival, pero las contras de Yaya Touré asustaron.
Estuvieron a muy buen nivel Arbeloa, Alonso, Essien, Varane. Pepe en un mundo
paralelo por encima . Higuaín en otro mundo, pero bajo tierra.
Pero la sorpresa es que primero se adelantó el City. En la
única vez del partido que salta el seguro Pepe, Yaya le pone el balón a Dzeko
aguantando a Varane y el bosnio marca. El gol llega en un momento de control madridista
pero los ánimos no caen y los 22 minutos siguientes al 0-1 se juegan con la extraña
sensación que nos hizo sentir que el Madrid era imposible que perdiera anoche.
El Madrid logró empatar pocos minutos despues con un tiro de
Marcelo pero las cosas volvieron a ponerse feas en el minuto 86. El gol de
Koralov dejó helado a todo el mundo, a excepción de los 10 jugadores de campo,
que esta vez encontraron la motivación que no tuvieron en Sevilla. Casualmente,
Casillas no reprendió a Xabi Alonso como sí hizo con Di María en Sevilla.
Al final del partido Mourinho juntó a Marcelo, Alonso, Özil,
Modric, Di María, Benzema y Cristiano. Di María, fantástico sobre todo en el
último tramo del partido le pasa el balón a Benzema, que se gira y marca. Luego
llega el extasis con el gol de Cristiano que dejo a lágrima viva a su madre en
el palco, y después llegó la celebración de Pepe y al final la de Mourinho.
También quiero hablar sobre Higuaín. El argentino fue
importante en nuestra transición de la era de Calderón a la de Florentino y la
gente le cogió cariño, pero en el Madrid ha tocado techo. Con él en el campo el
equipo juega peor, y Cristiano juega peor. En términos futbolísticos le queda
el desmarque, pero luego no marca, o marca a la tercera, como contra el
Valencia, o una de cuatro, como contra el Barcelona. Y eso en el Madrid no se
puede permitir.
Y para terminar recordar la frase de Mourinho despues del
partido: “El señorío es esto, morir en el campo, no filosofía barata”. Como
siempre, enorme Mou.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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