domingo, 30 de octubre de 2011

Con Trabajo y un Piponazo

Un Higuainazo. El Madrid sacó una victoria fundamental en Anoeta. El Madrid ya sabe ganar jugando mal. Después de un mes pletórico, el Madrid pegó un bajonazo importante en Anoeta, pero un gol tempranero del Pipa sirvió para que los tres puntos viajaran a la saca del actual líder liguero, esperando a lo que haga el Levante.

No jugó bien el Madrid, ni mucho menos. Aunque empezó el partido dominando, en la línea de los últimos encuentros, el equipo estuvo falto de chispa ofensiva, sin esa contundencia que venía siendo habitual durante todo el mes de octubre. Con Cristiano Ronaldo hipertenso y con Özil todo lo contrario, completamente dormido, los de Mourinho no tuvieron la menor pegada. Con Lass, titular en lugar de Khedira, el equipo arrastra también falta de contundencia de segunda línea, y Xabi Alonso estuvo igual de nervioso que en cada visita suya a Anoeta.

Así que con sólo Higuaín, Di María y Coentrao (quien dejó a Marcelo como suplente) enchufados, el Madrid se hizo con el balón pero apenas rondó con peligro a Bravo. Mucho toque en el centro del campo, con picos de posesión de más del 70%, pero demasiado poco. Y eso que el tempranero gol del Pipa, perfecta definición tras una gran asistencia de un Coentrao que ofrece menos que Marcelo en ataque pero más en labores defensivas debido a su lucha, parecía llevar al equipo blanco hacia otra goleada.

Que no es que no existiera, sino que en la segunda parte los blancos sufrieron de lo lindo. Si el Madrid jugó a placer en la primera mitad, ni una sola aproximación de la Real a Casillas en esos 45 minutos, debido al planteamiento ultradefensivo de Montanier, en la segunda, y con la permisividad de un Undiano que dejó que los locales sacaran el hacha cada vez que la necesitaron sin que pasara nada serio (escandalosa la roja perdonada a Griezmann por una entrada salvaje a Ramos), el partido derivó hacia una agonía: el balón no aguantaba en pies de los blancos y Bravo parecía un recuerdo lejano en la memoria. 
Cristiano, desacertadísimo durante todo el encuentro, casi estorbaba más que beneficiaba a su equipo, y con la cuesta abajo ya marcada ni los cambios de Mou sirvieron para remontar río arriba.

Al menos, queda en el tintero la seriedad defensiva de Arbeloa, Pepe, Ramos y Coentrao, que no dejaron ocasion para que la Real se aproximara con claridad sobre Casillas. Se ganó jugando mal. Y eso, aunque parezca mentira, es todo un adelanto respecto a otras temporadas. Otra cosa que ha cambiado con respecto al año pasado...

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