miércoles, 19 de octubre de 2011

Ponemos la Directa



Ayer vimos el mejor partido del Real Madrid en lo que llevamos de temporada en el Santiago Bernabéu. Mourinho sorprendió poniendo a Karim Benzema de inicio. Algunos ya afilaban el hacha de guerra, incluso por la suplencia de Kaká. El equipo se puso el mono de trabajo y le dio al Olympique de Lyon un soberano repaso.

La diferencia entre un alineador y un entrenador de fútbol la vivimos anoche. Lo lógico, ante el buen momento de jugadores como el Pipa y Kaká, era ponerles de inicio. No para José Mourinho. El portugués alineó un once prácticamente igual que en el mismo enfrentamiento del año pasado en octavos de final, el único cambio fue la entrada de Arbeloa por Carvalho. Vimos al mismo Madrid: dominio del juego, presión fuertisima en la salida de balón del Lyon y verticalidad arriba. 

Presión es sinónimo de Ángel Di María. El argentino fue el principal encargado de realizar la presión sobre la salida del balón del Lyon. Esto no lo veíamos desde la Supercopa de España y la primera jornada ante el Zaragoza. Permitió que el Madrid tuviera una mayor posesión del balón, a diferencia de los últimos partidos contra el Betis y el Rayo en el Bernabéu. 
Özil pasó al centro, mientras que Sami Khedira volvió a demostrar que es el mejor complemento de Xabi Alonso. Su partidazo lo firmó con un gol, aunque tuvo que irse lesionado al recibir un golpe fortuito de Pepe.

¿Benzema o Higuaín? Qué curioso que a todos los que van en contra de Florentino les guste más el argentino que el francés. Qué curioso. Karim volvió a demostrar que es un jugador de Champions, volvió a hacer un partidazo y logró su gol numero 21 en la competición europea. Y sólo en 35 partidos. El francés marcó otro gol, pero se lo anularon en una pillería de Xabi Alonso. Redondeó la noche con la asistencia del segundo gol para Khedira. Bendito problema que tiene Mourinho. Tiene dos delanteros de características distintas de élite europea.

No quiero terminar la crónica sin dejar de mencionar el gran partido de Sergio Ramos. De central, donde siempre he pensado que debe jugar. Rapidez, seguridad, físico y confianza.  El sevillano cerró la goleada tras revolverse en el área y rematar con su pierna izquierda a la red.

El Madrid con esta victoria tiene el pase a octavos en sus manos. Y prácticamente el primer puesto del grupo, a no ser que las cosas se compliquen. Toca centrarse en la Liga.

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