En un Pim, Pam, Pum.

Lo del Real Madrid en la primera parte de hoy ante el Málaga es F-Ú-T-B-O-L. Así con todas las letras. Rechacen imitaciones y demas chorradas que nos intentan vender a precio de oro.
Desde el inicio se vio que los blancos estaban enchufados. Con mentalidad de partido Top como diria Mou. El Málaga salió desplumado como el típico que se deja engatusar por cualquiera que le caliente la oreja con ilusiones y despues se lleva un fiasco. El Real Madrid sólo necesitaron 11 minutos para poner al Málaga en su sitio, es decir, detrás en el marcador. Di María dio un pase medido y el 'Pipita' lo puso en el lugar donde lleva haciéndolo los últimos partidos, la red, recortando al portero Rubén. Vaya racha la del Pipa.

El dominio de los de negro hoy se hacía cada vez más notable. Apabullante por momentos. Xabi Alonso mandaba como un profesor en clase de infantiles, Khedira ponía la fuerza de un levantador de pesas y Marcelo desatascaba por su banda. Y además estaba Cristiano. El que no marcaba y estaba en crisis. La típica tontería que luego provoca que el portugués los meta de todos los colores para que más de uno se ponga un buen esparadrapo para la boquita.
Cristiano sólo necesitó 14 minutos entre el 23 y el 37 para meter tres goles. Con diferentes virtudes en todos ellos. En el primero sacó el gran rematador que lleva dentro, con un suave toque con la izquierda. ¡¡PIM!!. En el segundo mostró su lado más potente, con un trallazo desde fuera del área que se coló junto al palo. ¡¡PAM!!. Y en el tercero se quitó el sombrero para rematar con la suela de la bota un toque de cabeza de Sergio Ramos. ¡¡PUM!!. Era el hat trick perfecto de Cristiano, el que mostraba todas sus virtudes de la mejor forma y en menos tiempo. Al Málaga sólo le quedaba mirar y rendirse o rendirse y mirar. El orden de los factores no alteraba el producto.

Tras el espectacular primer tiempo el Madrid decidió echar el freno. La acumulación de partidos que se vienen encima no invitaba tampoco a hacer un gran desgaste por lo que el Málaga tuvo la ocasión de lavar su imagen. La misma que había sido maltratada en el primer tiempo. De esta forma, y sin nada que perder, el equipo malagueño tuvo la opción de llevarse algún gol a su favor pero Casillas también quería redondear su noche con un gran partido. El portero madridista fue un muro insuperable para un Málaga que se acabó desinflando como una sopladera con el paso del tiempo sin conseguir el objetivo mínimo, hacer un gol.

Con todo resuelto y el Málaga más manso que en el inicio del segundo tiempo, el Madrid decidió jugar a las cuatro esquinitas. La orden era clara, riesgos cero. Özil salió para darle pausa a la pelota y los rondos, con menor profundidad que en el inicio, volvieron a hacer acto de presencia. Fue la firma a una de las mejores primeras partes del Madrid en mucho tiempo. 
Y ahora el miércoles otro partido que se presenta como se presentaba el de hoy. Ojalá que con el mismo final que hoy.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas