Cualquier calificativo negativo serviría para describir el
partido jugado por el Real Madrid en Granada. Lamentablemente estos partidos sí
que dañan la imagen del conjunto blanco, y no las majaderías y sandeces sobre
el señorío que utilizan los enemigos del club. Los mismos que calificaron de
'autogestión' un posible renacer del Madrid, constatado en un gran partido ante
el Barcelona. Una teoría que ya ha desaparecido del manual '¿Qué hacemos esta
semana para provocar la salida de Mourinho?'. Se les ha ido de las manos con
Casillas. Pero la derrota de anoche deja varios interrogantes inquietantes para
el cuerpo técnico.
Dejando a un lado la sorprendente designación de partidos
que lleva a cabo la LFP, las excusas terminan ahí. Nada más. Los jugadores
deben reflexionar por la imagen que han dado ante el equipo con peores números en
su estadio, el Granada. El equipo dirigido por Lucaz Alcaraz ha jugado bien sus
cartas, ayudados en un gol inesperado, pero con un magnífico encuentro de Mikel
Rico y el delantero Ighalo. Lo cierto es que el Madrid ya pierde partidos sin
que el rival realice un disparo a puerta en todo el encuentro. Llámenlo suerte,
fortuna o maldición. Un córner sacado por Nolito es introducido, de manera fortuita,
por Cristiano en la portería defendida por Diego López. Fin de la historia. Ese
fue el mayor peligro que generó el equipo granadino en 90 minutos de juego.
Además, el córner que origina el gol viene de un posible fuera de juego en la
jugada anterior.
Intensidad, actitud y fútbol. Ninguna de esas tres premisas
se vieron en el terreno de juego. El mejor del Madrid volvió a ser Varane. Impoluto,
soberbio. Quizá su salida de balón y una diagonal de cuarenta metros fue lo más
destacado del partido. Los centrocampistas naufragaron en todos los aspectos.
Especialmente curioso es el caso de Modric, que se mueve bien entre espacios
pero sin premio por falta de apoyos. Cristiano desaparecido y Di María
obsesionado con la misma jugada. Imposible. Y si nos centramos en el apartado
físico, Higuaín y Marcelo son un caso aparte. Me ahorraré calificativos.
Tampoco se salva un Benzema desdibujado, que tuvo el empate en sus botas al
final del partido para salvar la honra del equipo.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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