Decidirá Old Trafford. Sensaciones muy agridulces que
evidencia el equipo tras un nuevo empate en el Santiago Bernabéu ante un rival
de máxima categoría. Enseñarle táctica y cómo jugar al fútbol a Ferguson es
prácticamente una herejía; más que nada por los improperios recibidos por su
entramado defensivo en la segunda mitad del partido. ¿Cuántas ocasiones dispuso
claras el Madrid con el planteamiento del United? Un par de ellas, con la
respuesta pletórica de un inspirado De Gea. Tener la posesión del balón no
siempre es sinónimo de hacer un buen juego. Lamentablemente, la falta de
profundidad de la segunda parte me recordó a diversas debacles europeas con
Pellegrini y Schuster al mando. La mejor noticia, el Madrid sigue vivo; la
peor, que el equipo de Mourinho no tiene alternativas en ataque a Cristiano
Ronaldo.
A pesar de lo dicho por Ferguson en la previa, esperaba un
partido de muy pocos goles y bastante táctico, por la filosofía de dos expertos
en la estrategia. Lo inexplicable es conceder a los veinte minutos de partido
un gol a balón parado. El protagonista negativo volvió a ser Sergio Ramos,
especialista en los marcajes defensivos que han propiciado tantos goles en
contra del Real Madrid en lo que llevamos de temporada. Welbeck realiza la
típica pantalla a Diego López, se desmarca cuando pone el balón Rooney y remata
sin oposición. Encima Ramos, en una jugada posterior, se recrea en una cesión
con el pecho en plan Beckenbauer que está a punto de originar una jugada de gol
rival. Tocaba remar. Para suerte del equipo blanco, diez minutos después un centro
de Di María lo convirtió en poesía Cristiano, que vuela sobre Evra para marcar
un gol antológico. El Madrid apretó en el tramo final del primer tiempo pero
sin suerte de cara a puerta.
La segunda parte dio lugar a un cambio en el guión del
partido. El Madrid seguiría dominando la posesión del balón, pero sin
profundidad para generar juego y verticalidad entre líneas. En ese trabajo
negro defensivo destacó Phil Jones, reencarnado en la mejor versión de Roy
Keane. El jugador más destacado del Madrid fue Fabio Coentrao. Infravalorado
por su excesivo coste de traspaso, el portugués fue un filón por la banda izquierdo
todo el partido. El poste fue su enemigo en el primer tiempo; en el segundo
periodo, un colosal De Gea se transformó en un portero de dibujos animados para
despejar el remate del portugués al más puro estilo karateca. Cristiano y
Khedira, llegando al final del partido, también probaron al portero español.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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