jueves, 14 de febrero de 2013

Decidirá Old Trafford


Decidirá Old Trafford. Sensaciones muy agridulces que evidencia el equipo tras un nuevo empate en el Santiago Bernabéu ante un rival de máxima categoría. Enseñarle táctica y cómo jugar al fútbol a Ferguson es prácticamente una herejía; más que nada por los improperios recibidos por su entramado defensivo en la segunda mitad del partido. ¿Cuántas ocasiones dispuso claras el Madrid con el planteamiento del United? Un par de ellas, con la respuesta pletórica de un inspirado De Gea. Tener la posesión del balón no siempre es sinónimo de hacer un buen juego. Lamentablemente, la falta de profundidad de la segunda parte me recordó a diversas debacles europeas con Pellegrini y Schuster al mando. La mejor noticia, el Madrid sigue vivo; la peor, que el equipo de Mourinho no tiene alternativas en ataque a Cristiano Ronaldo.

A pesar de lo dicho por Ferguson en la previa, esperaba un partido de muy pocos goles y bastante táctico, por la filosofía de dos expertos en la estrategia. Lo inexplicable es conceder a los veinte minutos de partido un gol a balón parado. El protagonista negativo volvió a ser Sergio Ramos, especialista en los marcajes defensivos que han propiciado tantos goles en contra del Real Madrid en lo que llevamos de temporada. Welbeck realiza la típica pantalla a Diego López, se desmarca cuando pone el balón Rooney y remata sin oposición. Encima Ramos, en una jugada posterior, se recrea en una cesión con el pecho en plan Beckenbauer que está a punto de originar una jugada de gol rival. Tocaba remar. Para suerte del equipo blanco, diez minutos después un centro de Di María lo convirtió en poesía Cristiano, que vuela sobre Evra para marcar un gol antológico. El Madrid apretó en el tramo final del primer tiempo pero sin suerte de cara a puerta.

La segunda parte dio lugar a un cambio en el guión del partido. El Madrid seguiría dominando la posesión del balón, pero sin profundidad para generar juego y verticalidad entre líneas. En ese trabajo negro defensivo destacó Phil Jones, reencarnado en la mejor versión de Roy Keane. El jugador más destacado del Madrid fue Fabio Coentrao. Infravalorado por su excesivo coste de traspaso, el portugués fue un filón por la banda izquierdo todo el partido. El poste fue su enemigo en el primer tiempo; en el segundo periodo, un colosal De Gea se transformó en un portero de dibujos animados para despejar el remate del portugués al más puro estilo karateca. Cristiano y Khedira, llegando al final del partido, también probaron al portero español.

Sin embargo, el Madrid debe dar gracias al buen hacer de Diego López ante un espectacular Robin van Persie. Qué jugador. Su facilidad física para retener el balón de espaldas y jugar con sus compañeros me pareció de otro nivel. Bien es cierto que nadie esperaba tal debacle continuada de los dos delanteros del equipo. Por otra parte, el Madrid se apagó cuando Xabi Alonso y Özil pagaron el gran castigo fisico. La mano de Diego López a Van Persie le permite al Madrid ir a buscar la gloria a Manchester. Con Cristiano todo es posible, pero evidentemente no es Harry Potter. Otro jugador deberá dar un paso adelante si el Madrid quiere lograr sus objetivos de aquí a final de temporada.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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