martes, 26 de febrero de 2013

Estamos 'confiantesh'


“Los catalanes me hacen cagar”, decía en 2009 George Freche, uno de los genios políticos de Francia, cuando le preguntaban sobre sus compatriotas del Rosellón y la Cerdaña. Añadía que, en cuanto daban un poco de guerra con sus reivindicaciones, se les abría un centro cultural y se quedaban calladitos otros dos años. Ése habría sido un modo ideal de tratar el “problema catalán” en España desde la transición, pero optamos por todo lo contrario -montarles un mini estadito-, y así nos ha ido: hoy día, cualquier presidente de la Yeneralitat sabe que puede ir a Madrid en plan Rey del Mambo y pedir hasta los cromados de los baños de la Moncloa, con posibilidades ciertas de que el presidente de turno se los dé. Pero por suerte en lo futbolero aún no ocurre lo mismo, y el Real Madrid se opone con firmeza a la Farsa, que no sólo se ha convertido en sucursal deportiva del nacionalismo, sino que busca el dominio futbolístico internacional mediante todos los medios a su alcance.

En esta búsqueda de la hegemonía, los estrategas culerdos utilizan técnicas propagandísticas muy parecidas a las de los políticos separatistas: si el Ministerio de la Verdad catalán reescribe con esmero la historia -no se quieren ir por dinero, es que llevan siglos “oprimidos”-, los barcelonistas se presentan ahora como adalides de la cantera -desde Kubala a Alexis Sánchez han firmado más cheques que Botín-, antifranquistas furibundos -aunque sus dirigentes y jugadores tenían agujetas de tanto levantar el brazo ante el Caudillo-, perseguidos por los árbitros -aunque a Antonio Camacho lo apartaron de por vida por aceptar dinerito fresco de Can Barsa-, e incluso la publicidad de su camiseta es lo más: primero lucían el logo de Unicef (¡¡benéfica!!), luego el de Qatar Foundation (emmm… ¡¡fundación cultural!!), y el año que viene será el de Qatar Airways (esteee…). Pero Qatar es un sitio respetable, oiga. Allí no se le da escondite a terroristas y demás calaña.

Uno de los temas más repetidos de toda esta nueva letanía culé es que su fútbol es el más mejor (“el estilo irrenunciable”), y prácticamente una garantía para ganar. El Madrid mouriñano ha tenido varias ocasiones de demostrar lo contrario y hundirlos en la miseria, pero pocas veces ha rematado la faena (las más destacadas, final de Copa 2011 y partido de Liga en Barcelona 2012). Hoy tenemos una nueva ocasión, y es deber de nuestro equipo darles una buena ‘trompá’ en los hocicos, por pesaos. Aunque nuestra temporada está siendo irregular, creo que poco a poco hemos cogido el tono, y dejando aparte el poco acierto en el gol, estamos acercándonos a nuestro máximo potencial. Ahora mismo la gran pregunta es si jugará Benzema o Higuaín arriba, y personalmente creo que el francés será la apuesta de aquí a final de temporada. Por lo demás, destacar que estamos ante el peor Barsa en mucho tiempo, con un número de disparos por partido bajísimo, jugadores estorbándose entre sí (Cesc-Iniesta) y un Messi un tanto apático. Añadiendo que jamás renuncian a su estilo de posesión del balón y juego en el campo rival, tendremos varias oportunidades de dañarlos al contragolpe.

El entrenador interino culé, Roura, ha precalentado el partido con una táctica habitual: quejarse del árbitro, Undiano, antes de que ruede siquiera la pelota, acusándolo de permisividad. Pero no, sr. Roura: en esta Liga, en la que ver tres minutos seguidos de juego es casi un milagro, hay cualquier cosa menos permisividad. Sí, ya sabemos que la táctica culé de recuperar el balón es irse al suelo ante cualquier sospecha de roce y pedir falta, pero eso no es fútbol, es otro deporte que han inventado ustedes, y para el que deberían crear una federación propia (en la que quizá podría competir la selección catalana). El partidito será a las nueve de nuevo, las ocho en Canarias, pero con frio o sin él, debemos dejarlo todo en este duelo cuyo ganador pasará a la final de la Copa de España y dejará bien jodido al perdedor. Estamos 'confiantesh'.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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