lunes, 4 de febrero de 2013

Cambio de brazalete ya


Hace un par de semanas volví a ver una de mis películas preferidas, 300, y al escuchar la frase, “Llegará una nueva época, una época de libertad. Y todos sabrán que 300 espartanos dieron hasta su último aliento para defenderla.” me vino a la mente el Real Madrid, la lamentable tarea de destrucción de todo aquello que esté relacionado con el conjunto blanco, con su entrenador y el apoyo que éste tienen dentro del vestuario merengue pero, ¿están todos los jugadores defendiendo hasta su último aliento este escudo? ¿O algún que otro jugador prefiere callar y ganarse así el beneplácito de la prensa, la misma que intenta desestabilizar al Real Madrid?

No seré yo quien ponga en duda la calidad y la trayectoria profesional del actual capitán y portero del Real Madrid, Iker Casillas, quien es considerado, por la gran mayoría de los aficionados al fútbol, el mejor portero de la historia. Pero ser capitán del equipo más laureado de la historia es otra cosa y de un tiempo para esta parte Iker empieza a olvidarse que madridismo es no poner la otra mejilla.

Varios han sido los episodios en los que el equipo blanco ha sido objeto de burlas, mentiras e insultos por parte de los medios de comunicación y de jugadores de equipos rivales. Incidentes en los que se han infravalorado las victorias del Madrid, los goles de sus jugadores, los logros obtenidos por su entrenador y hasta se han despreciado impunemente a aquéllos jugadores merengues que se han atrevido a defender y a mostrar su apoyo al técnico portugués. ¿Pero dónde estaba Casillas cuando Rosell afirmó que nos iban a meter 5 goles en la final de la Copa del Rey para no perder la costumbre? ¿Y cuando Xavi, días antes del inicio de la Eurocopa, se puso a rajar sobre el Madrid y sobre José Mourinho? ¿Por qué cada vez que la prensa afirma que el vestuario blanco es un polvorín y que ningún jugador soporta a Mourinho son otros jugadores los que tienen que dar la cara y desmentir estas absurdas difamaciones? No Iker, no. Ser capitán del Real Madrid no es sonreír a la prensa y permitir que intenten desestabilizar al equipo. Ser capitán blanco es un acto de lealtad, orgullo y honor hacia el escudo que representa a millones de personas en todo el mundo. Ser capitán del Madrid es cuestión de actitud, sentimiento y hombría. Cualidades que encarna a la perfección Cristiano Ronaldo.

Desde su llegada al Real Madrid, hace casi cuatro años, las muestras de fidelidad y amor por este escudo han sido, tanto dentro como fuera del campo, equivalentes a la calidad que tiene en sus pies. Al portugués le hemos visto subir, regatear, marcar goles de todos los colores, bajar y defender como si de un central más se tratase. Pero también le hemos visto pedir unidad a la afición y defender a José Mourinho ante los medios de comunicación tal y como sucedió tras el partido de vuelta de Copa del Rey entre el Madrid y el Celta.

“Tengo que pedir que paren ya”, declaró Cristiano a la prensa tras el triunfo global por 5-2 ante el equipo gallego en la Copa, que plantó al equipo blanco en cuartos de final contra el Valencia.

“Hay que animar y no silbar. Ya basta porque los jugadores también sentimos dentro del campo cuando no apoyan al entrenador. Vamos a ayudar y a estar juntos”, dijo.

“No hay que mirar atrás porque el míster se va a quedar, tenemos mucho que ganar este año (…) Están la Champions y la Copa que ganándolas será un año muy bueno”

¿A caso no es ésta la misión de un capitán? ¿No debe, el portador del brazalete blanco, defender a toda costa el escudo y al entrenador del mismo sin importarle en absoluto ganarse o no el beneplácito de la prensa que día a día intenta perturbar al vestuario blanco? ¿No es tarea del capitán dar la cara cuando las cosas salen bien y cuando salen mal? ¿No debe hacerles ver a los periodistas que ensuciar esta camiseta no va a quedar impune?

Ya lo dijo el bueno de Santiago Bernabéu: “La camiseta del Madrid es blanca. Se puede manchar de barro, sudor y hasta de sangre, pero jamás de vergüenza” Cristiano  ha entrado en la historia del Madrid por su arrolladora trayectoria, pero perdurará en el corazón del madridismo por llevar este escudo en el alma y por defenderlo, como hizo Leónidas con Esparta, hasta el último aliento. Qué lástima que esto último, algunos lo hayan olvidado.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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