En una entrevista reciente a un medio extranjero, José
Mourinho era preguntado por un defensa francés de 18 años. Su respuesta fue
clara: "Solo me bastó ver un vídeo de Varane -que me trajo Zidane- para
ficharlo". Raphaël Varane es ya una realidad. Lo veníamos diciendo en este
blog desde hace más de un año, pero el clásico que jugó anoche deja cualquier
elogio en pequeño. Magistral. El central salvó varias ocasiones de gol
catalufas y marcó el gol del empate, que deja la eliminatoria para decidirse en
la Cuadra Nou. Todo queda para la vuelta.
El mérito de este equipo es enorme. Una barbaridad. Quitarle
el balón a un centro del campo formado por Xavi, Busquets, Iniesta y Cesc, es
muy complicado. Pero hay maneras de reducir su capacidad de creación y la de su
máxima estrella, Messi. En los últimos seis enfrentamientos entre Madrid-Barça,
el conjunto culerdo sólo ha conseguido el triunfo en una ocasión. Uno de seis.
Lo que nos vamos a reír el día que Mourinho haga las maletas. Pero vamos al
partido: Mourinho puso a Diego López, confirmando que va a ser su portero para
las grandes citas, y a Callejón, en una labor de carácter defensivo para frenar
las acometidas de Iniesta y Jordi Alba. Las piezas ya estaban sobre el tablero.
El Madrid fue incisivo en la primera línea de presión. Eso
sí, ni mucho menos al nivel mostrado en la vuelta de la Supercopa de España. Un
pequeño riesgo que requería la rapidez de la línea de centrales formada por
Carvalho y Varane. El portugués estuvo cerca de mandar al garete la
eliminatoria en una cesión errónea sobre Diego López; sin embargo, la figura
del central francés apareció en la línea de gol cuando Xavi lo tenía todo de
cara para marcar. Mientras tanto, el Madrid robaba rápido y tuvo un par de
jugadas en las botas de Benzema y Callejón, que fallaron con todo de cara. Pero
la jugada del partido que iba a levantar al Bernabéu fue una acción defensiva:
un pase en profundidad a Messi fue interceptado por Varane. El central,
rapidísimo, le aguantó la carrera al culé. Para colmo de la desvergüenza, sacó
el balón jugado sin recurrir al despeje fácil.
El Madrid se podía dar por satisfecho al descanso. Aun así
un mal despeje de Callejón en el área dio lugar al gol del Barça. El de Motril
también habilitaba la posición de Cesc, que definió ante la salida de Diego
López. El portero tuvo una actuación aceptable. En su debe, varias dudas en un
par de salidas del área ante Pedro y Dani Alves. En su haber, su seguridad con
los pies y la gran parada que le realiza a Jordi Alba en las postrimerías del
encuentro.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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