jueves, 31 de enero de 2013

El Madrid no se doblega nunca


En una entrevista reciente a un medio extranjero, José Mourinho era preguntado por un defensa francés de 18 años. Su respuesta fue clara: "Solo me bastó ver un vídeo de Varane -que me trajo Zidane- para ficharlo". Raphaël Varane es ya una realidad. Lo veníamos diciendo en este blog desde hace más de un año, pero el clásico que jugó anoche deja cualquier elogio en pequeño. Magistral. El central salvó varias ocasiones de gol catalufas y marcó el gol del empate, que deja la eliminatoria para decidirse en la Cuadra Nou. Todo queda para la vuelta.

El mérito de este equipo es enorme. Una barbaridad. Quitarle el balón a un centro del campo formado por Xavi, Busquets, Iniesta y Cesc, es muy complicado. Pero hay maneras de reducir su capacidad de creación y la de su máxima estrella, Messi. En los últimos seis enfrentamientos entre Madrid-Barça, el conjunto culerdo sólo ha conseguido el triunfo en una ocasión. Uno de seis. Lo que nos vamos a reír el día que Mourinho haga las maletas. Pero vamos al partido: Mourinho puso a Diego López, confirmando que va a ser su portero para las grandes citas, y a Callejón, en una labor de carácter defensivo para frenar las acometidas de Iniesta y Jordi Alba. Las piezas ya estaban sobre el tablero.

El Madrid fue incisivo en la primera línea de presión. Eso sí, ni mucho menos al nivel mostrado en la vuelta de la Supercopa de España. Un pequeño riesgo que requería la rapidez de la línea de centrales formada por Carvalho y Varane. El portugués estuvo cerca de mandar al garete la eliminatoria en una cesión errónea sobre Diego López; sin embargo, la figura del central francés apareció en la línea de gol cuando Xavi lo tenía todo de cara para marcar. Mientras tanto, el Madrid robaba rápido y tuvo un par de jugadas en las botas de Benzema y Callejón, que fallaron con todo de cara. Pero la jugada del partido que iba a levantar al Bernabéu fue una acción defensiva: un pase en profundidad a Messi fue interceptado por Varane. El central, rapidísimo, le aguantó la carrera al culé. Para colmo de la desvergüenza, sacó el balón jugado sin recurrir al despeje fácil.

El Madrid se podía dar por satisfecho al descanso. Aun así un mal despeje de Callejón en el área dio lugar al gol del Barça. El de Motril también habilitaba la posición de Cesc, que definió ante la salida de Diego López. El portero tuvo una actuación aceptable. En su debe, varias dudas en un par de salidas del área ante Pedro y Dani Alves. En su haber, su seguridad con los pies y la gran parada que le realiza a Jordi Alba en las postrimerías del encuentro.

Mourinho estaba en la obligación de meter a Modric. Fueron los mejores 'arreones' del Madrid, con un Özil omnipresente en una labor de contención y salida del balón, fundamental para mitigar la presión del Barcelona. Un centro medido del alemán desde la banda derecha, lugar desde donde anuló a Jordi Alba, fue cabeceado con violencia por el protagonista del partido, Varane. El Real Madrid pudo llevarse la victoria, pero también es cierto que la Farsa tuvo la sentencia de la eliminatoria en varias oportunidades con el 0-1 en el marcador. Se decidirá en la  Cuadra Nou.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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