viernes, 29 de marzo de 2013

Preguntas sobre Casillas


Aquí no vamos a hablar del excepcional historial de Iker Casillas, todos lo conocemos y no podríamos decir nada que no sepan los lectores de Madridistas de Firgas.

Lo que nos interesa es el futuro de Casillas.  Y eso, sin hacer un gran análisis, podemos decir que es una incógnita. Intentar resolverla parece imposible pero podemos dar una opinión.

 ¿Quién hubiera dicho, hace pocos meses, que el futuro en el Madrid a muy corto plazo de Iker Casillas, la leyenda viva del madridismo, estaría suspendida a un hilo?

Solamente Alfred Hitchcock podría haber escrito un escenario como el que vive el guardameta madrileño. Antes del mundial de 2010, los críticos de Casillas manipulaban la opinión pública para promocionar al culé Valdés. Pero al final del torneo, debieron aceptar que el portero madridista con sus paradas en los momentos claves, se había convertido en intocable. Casillas salió victorioso hasta de su historia romántica con Sara Carbonero, a la que después de la derrota contra Suiza, la echaron la culpa de haber distraído al portero de la selección. Muchos aprovecharon esa ocasión para debilitar a Iker criticando la falta de preparación profesional de Sara – seamos justos, luego se ha comprobado que la chica no es muy lista.  No lo lograron y el héroe de toda España coronó, como lo hizo Edmund Hillary muchos años antes el Everest,  el techo del mundo futbolístico, levantando el tan deseado trofeo.

Sorprendentemente, a partir de ese instante, el mito madridista entró en un laberinto que le llevó a la situación extrema con la que empezamos este artículo.

¿Qué le ha ocurrido a Iker Casillas?

Vayamos por partes, en lo meramente futbolístico, San Iker, el que lo paraba todo y realizaba milagros, se fue convirtiendo en un portero irregular, casi ordinario. Antes, sus “cantadas” eran habituales pero el Santo las compensaba con grandísimas actuaciones.  Poco a poco, relajado o demasiado seguro o simplemente porque el tiempo pasa, Iker Casillas realizaba menos milagros y más “cantadas”.  A principios de esta temporada la situación se convirtió en insostenible para su entrenador.

¿Cómo decir a al héroe de España, al mito del madridismo, al protegido de la afición, que no daba la talla?

Ese fue el dilema de José Mourinho durante meses. Pensamos que el portugués habló con el portero para provocar una reacción con la que Iker volviera a ser San Iker. Suponemos que el portero madrileño no lo aceptó. Estábamos en plena guerra fría entre Mourinho y los medios de comunicación. Estos últimos, sintiendo que había roces entre el entrenador y el héroe de España, no lo dudaron y en vez de reconocer que Casillas necesitaba un toque de atención, se pusieron de su lado, haciéndole pasar por una víctima.

¿Cómo se atreve ese portugués pretencioso y prepotente a criticar al semidiós del futbol español?

La batalla campal desencadenada por los medios dividía a los madridistas. ¿Cómo elegir entre el entrenador que ha permitido al madridismo renacer y el héroe de tantos triunfos con el Madrid y la selección? Nos pedían elegir entre padre o madre.

Durante esa guerra sucia, Casillas no supo ver lo que era justo  y se dejó deslumbrar  por lo que sólo era brillo de hojalata. En vez de escuchar a su entrenador y concentrarse en los partidos para volver a ser quien fue, prefirió acercarse a Xavi Hernández, a Puyol, a la prensa anti Mou, a los que le otorgaron el premio Príncipe de Asturias.  No que Iker realizara declaraciones públicas contra Mourinho, no hacía falta, otros se ocupaban de ese sucio trabajo.  Para poder dañar la imagen del entrenador, los anti Mou necesitaban información confidencial, esa que ellos dicen provenir del vestuario.  Durante un tiempo no sabíamos quién estaba detrás de las filtraciones que llegaban a la prensa.  No podíamos o no queríamos dudar de Casillas ni de Ramos, ni de ningún otro  jugador del Real Madrid. ¿Entonces, quién era el topo? La duda nos acompañaba al leer con impotencia los asquerosos titulares de As y Marca, o las traperas  crónicas de Diego Torres en el País.

En ese contexto, Mourinho, exasperado por los goles encajados, pasó a la acción: Adán sería titular. Esa decisión, que todos comprendimos como un toque de atención al Santo, fue una nueva oportunidad para que los anti Mou atacaran al entrenador con una violencia descomunal. Resultaba que Adán, el canterano, no valía. Explicaban que Mou castigaba a Iker, no por que atravesaba un periodo de baja forma sino porque le odiaba. Y como si fuera poco,  llegaron las declaraciones de Sara Carbonero a una  televisión mejicana: “Lo que sí es vox pópuli es que los jugadores no comulgan para nada con el entrenador. Ahora mismo hay división en el vestuario y habrá que ver qué pasa hasta el final de temporada porque Mourinho tiene muchos frentes abiertos.”

Ya no quedaban dudas. Por la boca de la periodista salían acusaciones que corroboraban lo que los anti Mou vendían desde meses, dejando a Iker en muy mal lugar y demostrando lo que mencionábamos antes, Sara peca de boba. En plena confusión y cuando parecía que Casillas se centraba algo más en su trabajo, llegó su lesión y en pocos días, la contratación de Diego López.

La primera reacción de los anti Mou fue criticar al nuevo portero del Real Madrid. No importaba su historial de canterano, que hubiese jugado con España, que el coste era ridículo y sobre todo que llegaba en el buen momento (antes de los partidos con Barcelona y Manchester).

Pero el que imaginó este loco escenario, provocó,  que el nuevo guardameta fuera uno de los héroes de la calificación para la final de la copa del Rey y de pasar a cuartos en Copa de Europa.

Una vez más, los anti Mou quedaban en ridículo (¿cuantas veces van ya?).

Con Casillas repuesto de su lesión y entrenándose  como un chaval que quiere triunfar, nos queda por conocer el desenlace de este apasionante embrollo.

Creo, que Diego López, por su compromiso en los momentos claves de esta temporada, merece que Mourinho le mantenga como titular para los partidos con el Gatasaray, ahora mismo principal objetivo del equipo.

También creo, que aunque el comportamiento de Casillas ha sido poco elegante en los últimos tiempos, Mourinho debe darle otra oportunidad. El que fue Santo se lo merece por su historial y por ser un hombre de la casa. Esta oportunidad, según mi punto de vista, pasa  por jugar partidos de la Liga, donde podrá demostrar su valía y, se lo deseamos de todo corazón,  la calidad que le llevó a convertirse en el mejor portero del mundo.

¿Y luego, que va a pasar?

La repuesta es de sentido común. Una vez pasada y esperemos ganada la eliminatoria de cuartos de Copa de Europa, y con Casillas habiendo demostrado estar de nuevo en su mejor nivel, Mourinho debe olvidar el pasado, perdonar si hay algo que perdonar y  elegir al que él vea que está mejor y únicamente basándose en  criterios futbolísticos. El madridismo quiere ganar la Décima y hay que poner a los mejores en cada puesto. Eso nos hará más grandes.

¿Y si Diego López le gana definitivamente el puesto de titular a Iker Casillas?

Pienso que hay 50% de posibilidades de que así sea. Si se confirma que Diego López juega de titular por méritos propios y gana la Décima con el Madrid, Iker deberá felicitar a Diego y a Mourinho.

¿En esa hipótesis, Iker Casillas debería marcharse del Madrid?

La respuesta es que no. Ha quedado demostrado que Iker no es un Santo sino un simple humano, con muchísimas cualidades y algunos defectos, ¿quién no los tiene?  Iker hace ya parte de la historia del madridismo, como lo es desde hace mucho tiempo el gran Alfredo Di Stéfano y como lo será Cristiano Ronaldo dentro de muy poco sino lo es ya.  Por eso deseo que Iker se quede en el Real Madrid y luche duramente por ganarse el puesto.

Pero como el escenario de esta historia no lo escribimos nosotros, habrá que esperar y ver lo que el destino tiene previsto para cerrar esta apasionante incógnita llamada Casillas.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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