jueves, 14 de marzo de 2013

Tres hombres



José Mourinho. Antes de la “semana fantástica” toda la prensa patria se frotaba las manos, el entrenador quedaría señalado, los jugadores tranquilos y los pseudo-periodistas felices. Su proyecto estaba acabado, su época en el Real Madrid estaba cerrada, el tiempo en la que nadie se acercaba a los jugadores sería historia a partir de la temporada próxima, habría barra libre. Villas-Boas, Ancelotti u otros entrenadores eran los elegidos para ocupar el sitio de Mourinho.

Los días pasaron, pero no a gusto de todos. El primer partido de Copa del Rey contra el Barcelona fue un éxito, pase a la gran final con un gran nivel de juego. El sábado de esa semana, otra vez el Barcelona, pero esta vez en Liga, el Real Madrid con muchos suplentes ganó también. Pero llegaba el gran día, el partido contra el Manchester. Quizás la primera parte no fue buena, pero en la segunda salió el verdadero Madrid, remontada y pase a cuartos de la Champions.

Una vez más se demostró que el vestuario está con el entrenador por todos estos últimos resultados. El equipo está fuerte y ahora queda lo mejor de la temporada.

Xabi Alonso. Uno de los nuestros. Defensor del entrenador portugués a capa y espada, dice las cosas como las piensa, sin levantar mucho la voz pero con tono seguro. Cada vez más medios de comunicación le tratan peor, simplemente por estar en el lado del barco equivocado según esta puta prensa, pero nosotros estamos felices, está en el lugar adecuado. Inventan cosas sobre su renovación, sus peleas con algunos jugadores del Barcelona y algunas cosas peores. Últimamente se duda de tantas cosas de Xabi que está empezando a caer mal en la Central Lechera.

Quizás su paso por el fútbol inglés le serenó y le mostró la lealtad de los jugadores por los entrenadores, la forma de respetar al míster y  la forma de lavar los trapos sucios en casa.

Arbeloa. Cuando se fue del Real Madrid, no levantó la voz como otros muchos que no son capaces de triunfar en un club tan emblemático, simplemente trabajó para poder volver.

Cuando volvió a casa, se encontró a su alter ego de entrenador. Mourinho le convenció de estar en su barco, cada vez que habla sube el nivel de irritación en la Central Lechera, y últimamente al igual que Xabi Alonso está empezando a ser un problema para algunos periodistas, al no estar de acuerdo en muchas de las “crónicas” que escriben.

Tres tipos, tres personalidades y un mismo amor, el Real Madrid. Sus formas de levantar la voz no gustan a una determinada prensa, esa que de un día para otro no se acuerda de nada, esa que de un día para otro dan su ración diaria de antimourinhismo para los madridistas de pipas, aquellos que dicen defender al Madrid pero que están siendo manipulados por esta gentuza que se hacen llamar periodistas.

El tiempo dará y quitará razones pero que a nadie se le vaya de la cabeza que después de Mou viene el silencio, ya que ha sido el artífice de dar la vuelta a una situación que parecía estar muy lejana y tendríamos que tragar con una forma de ver el fútbol.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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