José Mourinho. Antes de la “semana fantástica” toda la
prensa patria se frotaba las manos, el entrenador quedaría señalado, los
jugadores tranquilos y los pseudo-periodistas felices. Su proyecto estaba
acabado, su época en el Real Madrid estaba cerrada, el tiempo en la que nadie
se acercaba a los jugadores sería historia a partir de la temporada próxima,
habría barra libre. Villas-Boas, Ancelotti u otros entrenadores eran los
elegidos para ocupar el sitio de Mourinho.
Los días pasaron, pero no a gusto de todos. El primer
partido de Copa del Rey contra el Barcelona fue un éxito, pase a la gran final
con un gran nivel de juego. El sábado de esa semana, otra vez el Barcelona,
pero esta vez en Liga, el Real Madrid con muchos suplentes ganó también. Pero
llegaba el gran día, el partido contra el Manchester. Quizás la primera parte
no fue buena, pero en la segunda salió el verdadero Madrid, remontada y pase a
cuartos de la Champions.
Una vez más se demostró que el vestuario está con el
entrenador por todos estos últimos resultados. El equipo está fuerte y ahora
queda lo mejor de la temporada.
Xabi Alonso. Uno de los nuestros. Defensor del entrenador
portugués a capa y espada, dice las cosas como las piensa, sin levantar mucho
la voz pero con tono seguro. Cada vez más medios de comunicación le tratan
peor, simplemente por estar en el lado del barco equivocado según esta puta
prensa, pero nosotros estamos felices, está en el lugar adecuado. Inventan
cosas sobre su renovación, sus peleas con algunos jugadores del Barcelona y
algunas cosas peores. Últimamente se duda de tantas cosas de Xabi que está
empezando a caer mal en la Central Lechera.
Quizás su paso por el fútbol inglés le serenó y le mostró la
lealtad de los jugadores por los entrenadores, la forma de respetar al míster
y la forma de lavar los trapos sucios en
casa.
Arbeloa. Cuando se fue del Real Madrid, no levantó la voz
como otros muchos que no son capaces de triunfar en un club tan emblemático,
simplemente trabajó para poder volver.
Cuando volvió a casa, se encontró a su alter ego de
entrenador. Mourinho le convenció de estar en su barco, cada vez que habla sube
el nivel de irritación en la Central Lechera, y últimamente al igual que Xabi
Alonso está empezando a ser un problema para algunos periodistas, al no estar
de acuerdo en muchas de las “crónicas” que escriben.
Tres tipos, tres personalidades y un mismo amor, el Real
Madrid. Sus formas de levantar la voz no gustan a una determinada prensa, esa
que de un día para otro no se acuerda de nada, esa que de un día para otro dan
su ración diaria de antimourinhismo para los madridistas de pipas, aquellos que
dicen defender al Madrid pero que están siendo manipulados por esta gentuza que
se hacen llamar periodistas.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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