No hemos salido de una y ya estamos en otra. Los dos
primeros capitanes del Real Madrid, su guerra particular y su madridismo a la
vista de todos. Muchos aficionados que los tienen por ídolos supongo que
estarán hoy en la desilusión y envueltos en la vergüenza ajena. Somos muchos
los que hace tiempo venimos denunciando que la actitud de éstos dos ídolos de
barro, es contraria a los intereses del Real Madrid, que desestabiliza más que
ayuda al equipo y que no miran más que por sus asuntos propios, muy por encima
de los del grupo. Y por si fuera poco, ambos de una manera o de otra van
alardeando de que su equipo, el que quieren de verdad, no es el que les paga,
sino lo que han dado en llamar La Roja. No sé el por qué del nombrecito. Lo
entendería si su denominación fuera La Rojigualda, pero parece que nombrar el
amarillo está vetado, tanto como decir la Selección Española, o simplemente
España. Inaudito, vergonzoso y vergonzante para los camufladores de la inquina
y aversión que muchos sienten por la palabreja que a otros nos enorgullece por
lo mucho que significa.
Así, lo de lo máximo no es una Champions con el Real Madrid,
sino la copa del Mundo con la Selección Española ( pido perdón a los que se
ofendan por llamarla así, pero juré defender esa bandera hace ya tiempo y yo me
parto pero no me doblo) al igual que Casillas se ha llenado la boca de decir en
su entorno que el equipo de sus amores es exactamente el mismo que el del
insigne Ramos o el del Marqués y no precisamente el Real Madrid. Ya parecen
haber olvidado los tres a quien deben dar las gracias por estar ahí. Y no sé de
qué me extraño, ya que según afirman los sabios dichos populares, por alguna
razón quien más puede odiarte o ignorarte es aquel que te debe un favor
impagado o no correspondido.
Y en las fechas en las que estamos, en el momento más
delicado de la temporada, nuestros dos capitanes, nuestros chicos, se montan
sus particulares shows con la prensa y contra su entrenador. Uno sacando vídeos
cuando estaban prohibidas las imágenes, porque tiene que hacer ver lo mucho que
está trabajando y lo en forma que está, y se la trae floja las consignas de su
entrenador, y el otro acudiendo a programas de comunicación y entretenimiento,
porque tiene que hacer ver que es mas “shulo que un osho” que a él no le manda
nadie, ni le mangonea nadie, ni le calla nadie, al igual que al yernísimo, que
para eso son campeones de Europa y del Mundo.
Y por si fuera poco, en favor a la confraternización y a la
concordia, el tipo que dice ser amigo de todos los jugadores del Barcelona, se
permite el lujo de desacreditar a todo su centro del campo, afirmando que por
necesidad ficharía a Busquets y que necesitan un destructor con más toque. Toma
leñazo, Khedira y Alonso. No me extraña que éste último no quiera renovar hasta
ver qué pasa, verdadera razón de su actitud y no la que nos están vendiendo. Y
luego da a entender que hay jugadores que si se queda Mou se irán del equipo.
Debe referirse a sí mismo y al otro capitán araña.
No se para ahí el valiente parlanchín, sino que con un
“pasopalabra” da a entender que se siente perseguido por Mourinho. Debe ser
porque no le ha felicitado en los partidos que se ha marcado últimamente, en
los que ha sido amonestado, expulsado dejando a su equipo con diez, causando
baja cuando más se le necesitaba por lesión de Pepe, se ha marcado gol en
propia puerta, o cuando ha cometido errores graves que han puesto en riesgo las
victorias de su equipo y siendo el principal culpable de varios goles en
contra.
Pero hay más, señala directamente a los que pensamos que
Mourinho es el entrenador que le conviene al Real Madrid y nos tilda de
fanáticos. Toda una actitud digna de alabanza la de este personaje. Todo un
piropo, propio de un bocazas irreconducible, con menos cerebro que el de una
ameba hacia su propia afición.
En mi opinión, estos dos elementos sobran en el Real Madrid
y mal hará Florentino si los conserva en el equipo cambiándolos por Mourinho,
Alonso, Khedira y Varane, y hasta de Cristiano Ronaldo, medio equipo que vale
por tres cuartos. Porque mucho hablar de madridismo y de sentimientos, pero la
realidad es bien distinta. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Y ese refrán
castellano no se lo han aprendido estos dos fantoches, que viven para la
presunción y el orgullo personal. Al final terminaré por creerme que el
ultimátum a Florentino existió. ¿Y pretendemos que se quede Mourinho? Como el
presidente no tenga un arranque de valor, que se le supone, y haga lo que debe
hacer, tenemos cáncer en el equipo para rato.
Los dos deben ir fuera del Real Madrid, o volveremos
nuevamente a la segunda posición, al “ganar es imposible”, y a las reverencias
y pleitesía al “Mes que un Club”, algo que parece tan cantado como necesario
para que los dos sujetos tengan lo que quieren, abrazos y besitos en la
Selección Española. Tampoco me extrañaría, recordando las palabras de Rosell
con las que decía que si pudiera ficharía a un jugador del Real Madrid ( quien
dice uno dice dos) que el fantasma de la oferta planease en el ambiente.
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