martes, 15 de enero de 2013

Competición a ganar


Después del partido en Pamplona contra Osasuna, los objetivos para el club de Chamartín se van perfilando cada vez más. Sería de necios afirmar que aún es posible ganar la Liga, cosa que está bastante clara desde el principio de la misma, pues Mourinho nunca podrá pasar a la historia con su récord estratosférico de goles y puntos.

Ante eso, el Barcelona debía y debe superar los 100 puntos y los 121 goles en una temporada que el Real Madrid consiguió el año pasado, y qué mejor que la inestimable ayuda de Villar y Sánchez Arminio.

Los 18 puntos son una losa tremenda para el equipo de Mourinho, por ello, lo más lógico es centrarse en otras competiciones, como la Copa del Rey y la Champions League, cosa que ya se hizo en temporadas anteriores, y no centrandose con la Liga pues ésta está prácticamente perdida.

Por ejemplo, cuando el Real Madrid conquistó su séptima Copa de Europa en el año 1998, quedó clasificado en cuarta posición, llevándose la Liga el Barcelona de Louis van Gaal.

En la temporada 1999-2000, el Madrid se alzó con su octava Copa de Europa en el estadio parisino de Saint-Denis, derrotando al más que favorito Valencia de los Cañizares, Mendieta, Djukić y compañía por 3-0. Ese año, en la Liga, el equipo madridista quedó en una más que discreta quinta posición, Liga que se llevaría el Deportivo de La Coruña por primera vez en su historia con los míticos Mauro Silva, Djalminha o Makaay.

Dos temporadas después, en la 2001-2002 el Real Madrid conquistaría en Glasgow su novena Copa de Europa con aquel histórico gol de Zinedine Zidane que quedará en las retinas de madridistas y buenos aficionados al fútbol en general. Pues bien, ese año, la Liga se la llevaría el Valencia de Rafa Benítez (¡quién lo diría si le viese ahora en el Chelsea!), con los Baraja, Aimar, Carew y compañía, quedando el Real Madrid en una maquillada tercera posición.

Es por esto por lo que queda demostrado que para conquistar la décima Copa de Europa, la historia nos dice que la competición doméstica no tiene por qué ser brillante sino más bien, todo lo contrario. Por ello, estando a dieciocho puntos del primer clasificado y a siete puntos del segundo es más sensato pensar en otras competiciones que intentar remontar una Liga que está prácticamente perdida desde las primeras jornadas.

Así, aparece la Copa del Rey, una competición factible que permitiría a los hombres de Mourinho conquistar su segundo título de la temporada porque recuerdo que, en lo que llevamos de temporada, hemos conseguido más títulos que el Barcelona, una Supercopa de España si bien no recuerdo.

Ya estamos en cuartos de final, por lo que andar con probaturas a estas alturas de la competición es, sencillamente, una temeridad.

Y qué decir del rival, el Valencia de Ernesto Valverde, un equipo que, tras la salida de Pellegrino, ha mejorado notablemente sus resultados y cuenta con jugadores de la talla de Valdez o de los canteranísimos Parejo o Soldado que, cuando juegan contra el equipo que les formó futbolísticamente, dan el 110% y reclaman como locas tarjetas o penaltis.

Dejando a un lado eso, hay que destacar principalmente que el Real Madrid lleva dos partidos sin encajar un gol, gracias a nuestro portero (sí, ahora le llamo portero porque ahora sí que hace su trabajo). También hay que destacar la negativa racha que lleva el Madrid con los árbitros: En lo que llevamos del año 2013, se han jugado tres partidos y en los tres, el Real Madrid nunca ha terminado con sus 11 jugadores en el campo. Tres expulsados que hacen pensar si los árbitros o el Comité en general han establecido que este año, el Real Madrid no tiene que ganar ningún título.

Además, hay que mencionar la importancia de varios jugadores del equipo. Pepe, Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos no jugaron el pasado sábado, y se notó. Aunque Sergio Ramos sea más bien de encefalograma plano, es un jugador que cuando no se cree Beckenbauer, es un defensa sobresaliente. De Pepe es innecesario justificar lo gran central que es, y de Cristiano, mejor no hablar porque sale a gol por partido y su ausencia quedó plasmada en el 0-0 contra el Osasuna.

Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del equipo, de eso no cabe ninguna duda. Al igual que lo es Messi en el Barcelona, el equipo debe jugar para él y no hay más que hablar.

En el caso de Ronaldo, él se fabrica sus propios goles y así quedó demostrado en la anterior eliminatoria de Copa frente al Celta de Vigo, anotando cuatro de los cinco goles que anotó el Real Madrid en esa eliminatoria. Por eso, es de ser bastante estúpido decir que el Madrid juega mejor sin Cristiano Ronaldo.

Además de los jugadores, quien jugará un papel muy importante en la eliminatoria será el árbitro, y en el partido de esta noche estará arbitrando Muñiz Fernández, un viejo conocido de Cristiano Ronaldo pues éste sufrió contra el Levante un brutal codazo por parte de David Navarro sin que Muñiz le enseñase siquiera una tarjeta amarilla, así que esperamos que el arbitraje de hoy sea lo más puro y cristalino posible.

Los cuartos de final de la Copa del Rey empiezan ésta noche a las 20:00 (hora canaria) en el Santiago Bernabéu, el escenario idóneo para dejar la eliminatoria encarrilada para llegar a Mestalla sin presiones y alcanzar las semifinales ante lo que seguramente, nos aguardará un Real Madrid-Barcelona, equipo al que ya tenemos tomada la medida y que podemos batir con garra, casta y orgullo y de éste modo ahuyentaremos a los fantasmas que sobrevuelan el Bernabéu teniendo un plan de fuga perfecto.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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