Sé que algunos echaron de menos una mayor contundencia en el
tono, pero estamos hablando de Florentino Pérez: esto es lo más cabreado que se
le va a ver, y sinceramente, yo creo que lo estaba bastante.
El discurso florentiniano es una buena noticia desde
cualquier punto de vista. Si bien el club no debe regirse por lo que aparece en
la prensa amarilla, ayer se puso coto a un diario Marca que quiere estar en
misa y repicando: a bien con el presidente pero al mismo tiempo cargándose al
entrenador. “¿Acaso no es lo que hemos hecho toda la vida?”, habrán pensado.
Por supuesto, no les importa romper cualquier pacto de no agresión que tuvieran
con Florentino: la demanda al retrasado
de Palomar supuso para ellos una declaración de guerra en toda regla, y piensan
hasta las últimas consecuencias. Se escudarán, claro, en que están
“informando”, pero es mentira: tan sólo seleccionan y desfiguran la información
para presentarla de la forma más lesiva para Mourinho, haciendo exactamente lo
contrario para sus afines, como por ejemplo Míchel. Si mañana les conviniera,
no tendrían problema invertir los papeles. Argumentar que “alguien del club nos
dijo que…” no sirve; si investigas lo bastante, encontrarás a quien te cuente
exactamente lo que quieres escribir, aunque los hechos sólo hayan ocurrido en
su imaginación.
Para no dejar cabos sueltos, el club también emitió,
hábilmente, un comunicado firmado por los dos primeros capitanes. Documento muy
perjudicial para Marca, pues si Florentino siempre es mirado con algún recelo,
Ramos y Casillas -héroes de España para ellos- tienen predicamento hasta entre
las capas más cerriles del madridismo, e incluso entre muchos aficionados no
madridistas. Tal ha sido la ola de indignación que en muchos medios hubo
llamamientos a dejar de comprar el Marca, una situación inesperada para los de
Campillo. Su reacción ha sido emprender una ridícula huida hacia delante: la
portada de hoy, en la que tratan de demostrar que su información es verdadera
mediante unos mensajes de whatsapp, es simplemente patética. Como he dicho
antes, un empleaducho cualquiera puede dárselas de enterado y hablar sobre los
contenidos de una charla que en realidad ignora casi por completo, únicamente
para darse importancia. “Informar” no es rebotar lo que te dice por un móvil
cualquier fuente marginalmente relacionada con lo ocurrido, sino contrastar
debidamente los datos.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario