Es sabido que estos partidos contra equipos de 2º B pueden
tener trampa. El equipo que se presente debe estar equilibrado entre titulares,
suplentes y canteranos, para ofrecer una imagen reconocible y tener la
motivación necesaria para que la cosa no se complique. Ayer hubo un claro
protagonismo para los hombres con menos presencia en los últimos partidos, y
Benzema, el único teórico titular, que desde el parón de selecciones no había
vuelto a marcar, tuvo 90 minutos para reivindicarse y recuperar sensaciones
positivas.
El Alcoyano, al igual que todos los equipos modestos que se
enfrentan al Madrid, tuvo en la agitación emocional su mejor aliada. Nunca dejó
de competir en el partido, aunque la diferencia de goles se fuese decantando
poco a poco a nuestro favor. Su salida al terreno de juego fue fortísima en
términos de presión, y nunca nos dejaron jugar cómodos. Sin llegar a crear
muchas situaciones de verdadero peligro, forzaron durante todo el partido
numerosos córners (el sorprendente saldo de saques de esquina fue de 11 a 0
para los locales, anécdota que permitió a algunos autodenominados periodistas
hablar de bochorno para el Real Madrid, sin caer en la cuenta del ridículo
propio). También lograron numerosas faltas laterales, poniendo a Adán en
aprietos en más de una ocasión y culminando su esfuerzo en un gol de libre
directo, ya con 0-3, en el que el portero madridista dio el pasito fatal
dejando descubierto su palo. A favor de Adán, hay que decir que su partido en
general fue correcto.
Al igual que ante el Mallorca, el Madrid hizo presencia de
una efectividad brutal en sus acercamientos a puerta. Inequívocamente, fue la
mejor manera de parar los pies al entusiasmo del equipo local. En las tres
primeras llegadas marcamos dos goles (Karim y Kaká), más otro gol anulado
(Morata). Que sigan intentando convencernos los maestros de la retórica
futbolística de que ésta es una virtud fea y pobre. El primer gol, obra de
Benzema, vino consecuencia de un error de la defensa local que el francés
aprovechó con un instinto que debe aprovechar más. Sin duda todos coincidiremos
en que lo único que le falta a este jugador para estar en lo más alto es ese
olfato de matador del que su esencia de mediapunta le aleja. Kaká, en enésima
resurrección, hizo el segundo gol con un lanzamiento colocado desde fuera del
área.
La atracción en la segunda parte estaba en el debut oficial
del jóven centrocampista de 17 años José Rodríguez, nuestro primer jugador de
raza gitana desde José Antonio Reyes, si no estoy equivocado. Este joven mostró
un desparpajo refrescante culminado justamente con el tercer gol del partido:
un gran remate de interior colocado, a lo Kaká. Como he dicho antes, dio la
razón a Mourinho en cuanto al estudio de la progresión de sus jóvenes jugadores.
Habría que preguntarse, como bien hizo el entrenador en el día de ayer, si es
conveniente que un muchacho con el recorrido que puede tener José Rodríguez vea
frenada su progresión en el segundo equipo por gente que, por edad, parece poco
probable que dé el salto al primer equipo.
El final del partido nos dejó un gol más de Benzema, el
comentado tanto encajado, así como algunas decisiones ridículas del árbitro
Teixeira Vitienes, que no deja pasar la ocasión, aunque sea en un partido de estos,
de demostrar su mal arbitraje y que es un inepto. Individualmente es imposible
no destacar al debutante, pero tampoco está de más recordar el buen partido de
Benzema y Morata arriba, que combinaron bastante bien. Lástima que la falta de
instinto del francés también parece afectar al castillista. Modric, que salió
en la segunda parte, también mostró un gran esfuerzo defensivo, como en
Mallorca. Sería interesante ver la pareja que puede formar con Khedira en la
medio. En la zona de atrás jugó el casi ex jugador Carvalho. Sí, sabemos que es
el quinto central ahora mismo, pero sinceramente preferiría verlo fuera del
Madrid más pronto que tarde.
El partido se salvó como se debía, profesionalmente, y ahora
toca volver a la Liga. Sí me gustaría profundizar un poco más en el tema de la
cantera: se ha demostrado que algunos chicos tienen mucho fútbol en sus botas,
pero eso no lo es todo. Necesitan crecer en el ambiente futbolístico apropiado
para que sean útiles al equipo, cosa que se debe hacer en las divisiones
inferiores. Es estupendo que el Castilla esté en Segunda, reduce los procesos
de adaptación de los futbolistas a la élite, pero no es el fin en sí mismo. Si
se quiere tener una visión de futuro, y dado que este proyecto mourinhista,
felizmente, es una apuesta a largo plazo, sería algo fundamental que se
empezase a trabajar en lo que cree nuestro entrenador: que todos los equipos de
cantera tengan los mismos sistemas y modelos de juego que el primer equipo,
preparación específica y orientación de la formación con vistas a las
necesidades de la primera plantilla.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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