El Madrid volvió a pinchar en Sevilla, en una derrota que le puede costar despedirse definitivamente de la lucha por la Liga. Pero ese no es el problema. El equipo debe construir una identidad reconocible para sobrevivir psicológicamente al desgaste de una temporada que se complica. Tras un nuevo error defensivo fruto de un despeje de cadete de Di María, Beñat superó a Khedira y sentenció a Iker desde fuera del área. Fin de la historia. Un equipo correcto en su esfuerzo, tácticamente normal, que tuvo en su portero al mejor jugador del partido. Queda mucho por caminar hasta final de temporada; mientras tanto, los ataques hacia la figura de Mourinho se multiplicarán por parte del Comando señorío y valores. Intentaremos hablar de fútbol.
Es necesario analizar en perspectiva al equipo y de dónde
viene, pero hoy no es el día. Mourinho se debe estar preguntando qué le pasa a
un grupo de jugadores fantástico, capaz de acabar con la hegemonía del
Barcelona de Guardiola en Liga. ¿Qué problemas tiene el Madrid con respecto a
su mejor versión? Varios puntos.
1) Salida del balón. La ausencia de Marcelo es un
inconveniente terrible para la creación de juego del equipo. Con un Xabi Alonso
castigado por la presión de Beñat y Cañas, y con la limitación de Khedira para
ese papel, el Madrid necesitaba otra vía de escape. Las consecuencias son
evidentes. Una de ellas está en la predisposición natural de Pepe a rifar
balones en largo como en un patio de colegio. En esa locura apareció Sergio
Ramos, sobrado física y técnicamente para llegar hasta el área rival con el
balón controlado.
2) Errores no forzados. El despeje de Di María en el gol de
Beñat es inadmisible. El mismo caso se puede aplicar a Pepe y a varios
jugadores del equipo que, en vez de jugar el balón con Casillas, prefieren
rifarlo. A veces Casillas da motivos para ello, pero todo tiene un límite. Este tipo de errores han mostrado la
irregularidad del equipo en la Liga. Y al nivel de puntos que se suele
registrar en los últimos campeonatos entre Barça y Madrid, la pelea es una
desventaja absoluta. Ya no hay margen de error.
3) Críticas en dirección errónea. Leo y escucho con asombro
los palos que recibe Luka Modric, como si él fuera el culpable de todo. Y los
tiros deben ir en otra dirección clara: ¿Dónde están Özil y Di María, esos
jugadores jóvenes que ilusionaban tanto? Pues al primero muchos ya no le esperamos,
y miramos con buenos ojos a ese fenómeno del Dortmund llamado Mario Götze. Yo
le veo irrecuperable para un nivel Real Madrid. Aun así, es comprensible ser
pacientes con futbolistas de este nivel y que, por unos motivos u otros, están
a un ritmo muy por debajo de sus posibilidades.
4) Cristiano necesita un estímulo. Impreciso y falto de
chispa. El portugués ha dejado de transmitir esa sensación de grandiosidad que
le hace ser un jugador único. Vive siempre con la sonrisa del gol en la cara,
con hambre de traspasar la red rival en cualquier momento. Lleva tres partidos
sin marcar y se nota. Necesita buscar otras cualidades en su juego cuando no le
acompañe la suerte de cara a portería. Lamentablemente, es increíble que un
jugador de su inmensa categoría pase tan desapercibido en la derrota de su
equipo. Volverá a encontrar el camino del triunfo porque es un fenómeno, pero
debe abarcar más detalles en su repertorio.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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