Después de la desagradable experiencia de Lisboa, volvía el
verdadero Madrid, con todas sus figuras, conjuradas para que nadie vuelva a
pisotear nuestro escudo en lo que queda de verano. El Galaxy lleva 23 jornadas
disputadas en la MLS, y podía parecer un rival poco propicio para quitarse el
mal sabor de boca. Pero ese miedo no tenía fundamento: un minuto y medio tardamos
en marcarles el primer gol, gracias a una explosiva penetración por la derecha
de Di María, quien filtró muy hábilmente a un Higuaín que definió con maestria.
Y no fue sólo un arreón inicial: este Madrid 2013, el de la Décima, arranca su
andadura con las ideas muy claras y un patrón de juego ya totalmente asimilado
por la plantilla. Las transiciones son mínimas y se llega arriba con el menos
número de toques posible, pero con gran precisión en el pase. Una especie de
tiki taka pero a cámara rápida, siempre con el objetivo de finalizar y sin
retrasar la bola como recurso defensivo.
Algunos jugadores parecen especialmente finos, como Higuaín
y Di María, y es que no hay nada como tener un verano de descanso, sin
competiciones de por medio, para llegar a la siguiente temporada listo para
rendir a tu mejor nivel. Con un tremendo trallazo, el Fideo logró meter el
segundo. Brilló también Callejón, que ya ha convertido marcar en costumbre y
hasta parece que lo hace fácil; creo que este año va a jugar y a sumar todavía
más que el anterior. Lass hizo una aportación valiosa en el centro del campo,
pero como es un jugador que siempre va de más a menos no me emociono con él.
Otro que dejó detalles interesantes fue Morata, a quien Mou alejó de los focos
la temporada pasada. Marcó un bonito gol y ahora está en un ambiente bueno para
crecer, tan sólo tiene que dejarse los huevos y aprovechar su oportunidad. El
Madrid de Mou, ése al que sólo le interesa fichar extranjeros de su cuadra, va
adoptando el perfil más canterano que se recuerda en muchos años.
En medio de la tormenta blanca, el Galaxy logró marcarnos un
gol, en una jugada a balón parado sacada, claro, por Beckham. El gol fue
totalmente responsabilidad de Casillas, que hizo la misma puta jugada que lleva
haciendo 16 años: amago de salida, “huy, no salto, que el balón viene muy
alto”, y remate cómodo del delantero. Ese tipo de jugadas y balones son el único
punto negro del portero madridista, pero ya es tarde para mejorar esa faceta.
En la segunda parte el partido fue igual, con esa
combinación mágica de rapidez + precisión, fútbol total; nadie podrá decir ya
que el Madrid es sólo un equipo de contraataque. Poco podía oponer un Galaxy
que ya había tirado la toalla, sacando a sus suplentes. Mou cambió también
varios jugadores, entre ellas Sahin como sorprendente lateral, quien intuyo que
todavía no ha dicho su última palabra en el Madrid. También entraron nuestros
alemanes y las mejores piezas del arsenal blanco: Benzema y, sobre todo,
Cristiano Ronaldo; respeto, señores, aquí está el mejor jugador del mundo. Se
vio al portugués delgadito y muy moreno, empezando la que puede ser la mejor
temporada de su vida (lo que en su caso es decir mucho). Para el recuerdo nos
dejó una gran chilena, sin duda la acción más bonita del fútbol. Entró también
Jesé, que tratará de hacerse un hueco entre tanta estrella, y que incluso logró
marcar un gol, finalizando otro jugadón de los merengues.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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