jueves, 9 de agosto de 2012

Italiano Aplastado


La megaciudad mundial, Nueva York, vio cómo el Universo futbolístico recuperaba parte de su equlibrio, con un Real Madrid recordándole al Milan su verdadera función: ser nuestro retrete personal. Acojonaba sin duda la plantilla milanista, pero no por su calidad, sino por la cantidad de paquetes, acabados y jugadores semianónimos que formaban en su equipo. Del lejano glamour de los Rijkaard, Gullit y Van Basten o la calidad de Shevchenko, Seedorf y Pirlo a una colección de bultos sospechosos y negratas con pinta carcelaria, todos ellos de muy dudosa aptitud para la élite del fútbol. Hasta un jugador del Villarreal van a quedarse cedido esta temporada. Pero no diré que me dan pena: que se jodan. Les esperan unos años duros, muy duros, de comerse el culo de la Juventus, como siempre fue tradición, por otra parte. Por cierto que ya no compartimos publicidad, pues los milaneses se han pasado a los millones de los Emiratos.

El Madrid jugó un poco al tran tran, lo que no le impidió dominar al rival con comodidad la mayor parte del tiempo. Eso sí, en cuanto vemos hueco tenemos una especie de resorte que al activarse nos hace pasar la bola al primer toque y meternos en el área contraria en poquísimos segundos. Di María demostró ser, de largo, nuestro hombre más en forma esta pretemporada, y no sólo marcó el primer gol de gran  volea, sino que se mostró rápido y peligrosísimo todo el tiempo que jugó. Por el campo pululaba Robinho, antaño promesa del fútbol mundial, hoy otro regateador  más con peinado extravagante, que no obstante se las apañó para marcarnos un buen gol, el del empate, que al final sería el único del Milan.

Llevaban el control del medio campo merengue Khedira y Lass, este último pesadilla particular mía, porque se empeña en brillar en pretemporada y al final siempre corta su posible traspaso. En la media punta, Özil estaba echando la papilla tras la primera media hora, quizá tendremos que ponerle un preparador físico personal. Benzema -que ahora tiene pelo- estuvo bastante activo, y Cristiano demostró que ya está al nivel físico necesario para la competición oficial. La defensa apenas tuvo trabajo ante el pobre Milan, y Coentrao pudo dedicarse a atacar con bastante libertad. En el lateral derecho estuvo el canterano Nacho, que pasó desapercibido.

Bizcochado convenientemente el rival en la primera parte, la segunda sirvió para pasarle por encima. En el minuto 65, un nuevo contraataque rapidísimo llevaba el balón a pies de Lass, quien a diez metros de la frontal lo pasó en diagonal para Cristiano, que entraba a toda velocidad por la izquierda y marcaba gol de trallazo inapelable por la escuadra. En el descanso había entrado Higuaín, y gracias a una jugada notable suya llegó el tercero: recibiendo muy marcado en banda derecha, se las apañó para avanzar unos quince metros y, ya cayéndose, pasar al centro del campo, donde recibía un Kaká que también había entrado al partido. Con notable rapidez mental, el brasileño se giró sobre sí mismo y le pasó la bola a Cristiano, quien desde su habitual posición en la esquina izquierda volvía a marcar, esta vez definiendo por bajo y colocado. Era la puntilla para el Milan, ante el entusiasmo de una grada en la que vimos que, hoy por hoy, el fútbol en Estados Unidos sigue siendo territorio ‘panchito’.

Según pasaba el tiempo entraban nuevos refrescos: de memoria digo, Granero, Callejón, Jesé, Morata y Sahin, de nuevo en el lateral y agarrándose a la vida blanca. Entró también el portero Jesús, por un Casillas que ofreció otro espectáculo lamentable por alto. Tengo esperanzas en Jesús, por su buena planta y porque no puede ser tan paquete como Adán. Aunque el partido estaba ganado, ante un rival tan odiado siempre hay que hacer sangre, y el Madrid, atinadamente, la hizo. Ramos, entre los mejores del mundo una vez convertido en central, clavó el cuarto de espléndido cabezazo, y por suerte no nos quedamos con las ganas de meter el quinto. Éste llegó gracias a un gran pase de Kaká desde la banda izquierda, aprovechado por el siempre eficiente Callejón. Cerraba así  una notable actuación el brasileño, pero no nos hagamos ilusiones: todos los signos apuntan a que el Milan está no arruinado, sino lo siguiente, y que el interés que puedan tener por el jugador es muy pequeño. Sin embargo, no es momento de melancolías: nuestro Madrid demostró nuevamente ser una fuerza de la naturaleza, y puso en el lugar que le correspondía a uno de sus vasallos europeos. La siguiente víctima será el Celtic, en nuestra segunda visita a Philadelphia, la ciudad de Rocky.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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