Aunque algunos no creían que fuera posible, por los
tropiezos ligueros recientes, el Madrid se ha alzado con la Supercopa española.
Si una sensación me ha quedado del partido es la siguiente: Resultado injusto,
les hemos dejado vivos. Los nuestros les dieron un repaso a los culés que, en
condiciones normales, habría terminado con una manita o más. Pero Higuaín no
quiso que esa superioridad se manifestara en el marcador.
Las novedades en el equipo las pusieron el esperado Pepe,
quien no decepcionó; Marcelo, que demostró que ha sido una suerte la sanción de
Coentrao, e Higuaín, más fallón que nunca. En esta ocasión nuestra pareja de
mediocentros, Xabi-Khedira, hicieron un partido espectacular, tanto en la
salida de balón como en la interpretación de los espacios.
El Madrid salió desde el principio a hacer una presión
asfixiante por todo el campo, dificultando el juego culé incluso en su mismo
campo. Fruto de esta presión fueron empezando a surgir las primeras llegadas
blancas, seguidas de las correspondientes ocasiones. La primera fue del Pipita,
quien ya avisó que no estaba fino en lo que a definición se refiere. Cierto es
que fue luchador y contribuyó en esa presión antes mencionada, pero esas
ocasiones no se fallan. Al menos la segunda que tuvo no la perdonó. Pase largo
de Pepe que Mascherano no consigue despejar. Higuaín aprovecha el regalo para
anotar, a pesar de que su definición dejó mucho que desear. Los blancos, lejos
de conformarse con el gol aunque les sirviera, buscaron más, y siguieron creando
peligro en la portería de Valdés. Cristiano, que no quería faltar a la fiesta,
se inventó un genial control para encarar al portero culé y fusilarlo. 2-0 y la
sensación de una posible goleada empezaba a notarse. Los culerdos eran
incapaces de salir de su campo con jugadas limpias, ya no digamos de generar
ocasiones. El tercero lo marcó Pepe en una jugada balón parado, pero Mateu lo
anuló por una falta que solamente él vio. Las ocasiones seguían llegando, con
Higuaín fallando la mayoría, y en una de ellas el Barcelona se quedó con 10
jugadores. Cristiano le gana la espalda a Adriano, que al verse superado comete
falta sobre el portugués siendo el último hombre. Ocasión manifiesta de gol y
justa roja. A pesar de la superioridad blanca, acrecentada con la expulsión de
Adriano, el Barsa consiguió marcar un gol en el primer disparo a puerta que
realizó, tras falta directa de Messi. Cierto es que el disparo del argentino
describe un efecto muy bueno, pero a esa distancia no se le pueden meter goles
a los porteros de primer nivel. Además, Casillas volvió a cumplir su máxima de
encajar el primer disparo que recibe a puerta. 2-1 con la sensación de haberles
dejado vivos.
En la segunda parte, no sé si por el cansancio o por el golpe
moral que supuso el gol de Messi, el Madrid dio un bajón, dándole aire a la
Farsa, que a pesar de ir por detrás en el marcador jugó con bastante
horizontalidad y tranquilidad. Cierto es que los blancos, a pesar del bajón de
intensidad, no permitían a los culés mantener su posesión en zonas adelantadas
del campo, todo ello gracias a la gran interpretación de espacios de nuestra
pareja de mediocentros, muy bien apoyada con nuestra pareja de centrales. Ésto
le dejaba a la Farsa con un solo recurso ofensivo: Pase largo en busca del
desmarque de ruptura que gane la espalda a nuestra defensa. Con ese recurso bien
es cierto que consiguieron ocasiones, de Pedro y Tello, pero esta vez Casillas
(todo sea dicho) sí decidió aparecer y ejercer de portero de primer nivel. Con
España ha demostrado ser el mejor, y al menos en esta segunda parte ha
demostrado que sí que sabe parar. El Madrid por su parte, aunque con menos
frecuencia que en la primera mitad, siguió generando ocasiones, pero bien la
falta de puntería del Pipita o bien el acierto de Valdés impidieron que se
anotase el gol de la tranquilidad. No olvidemos que un gol culé les daba la
victoria. Finalmente entraron Callejón, Benzemá y Modric por Di María
(precipitado), Higuaín (fallón) y Özil (fundido). Con ellos en el campo se
ganaron recursos ofensivos y de posesión, con el croata haciendo una gran
actuación en sus pases. Los culés tuvieron una casi al final del partido, pero
Casillas apareció de nuevo, culminando una buena segunda parte.
Con el pitido final empezó la fiesta. Me gusta contrastar
que a la Farsa le hemos perdido el miedo, pero teniendo en cuenta la
superioridad que mostró nuestro equipo, es una lástima no haberles metido la
goleada que tanto merecen. Recordemos que ellos nos hacen sangre a la menor
oportunidad. Supongo que gran parte de responsabilidad la tiene Higuaín, quien
se empeña en fallar y fallar cuando juega partidos de importancia. Me parece un
gran delantero, pero siguen pasando los años y su aportación en las grandes
citas sigue dejando que desear. Quiero destacar el partidazo de Khedira,
jugador muy infravalorado por gran parte de nuestra afición, quien hizo un
partido espectacular: ocupó los espacios con mucha inteligencia, se comió a los
centrocampistas culés y generó peligro con sus llegadas de segunda línea. No
digo que haya sido el mejor del equipo (ese honor le corresponde a Cristiano),
pero le destaco a él para que se empiece a valorar su aportación al equipo como
se merece.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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