jueves, 25 de abril de 2013

Somos raros y vamos a remontar


Buenos días. Por decir algo. Porque hoy es un día de esos raros…

Es un día en el que uno no termina de encontrarse a gusto. Tampoco es tristeza, simplemente es… raro. Tristeza sería si nos supiéramos 100% eliminados, sin margen de maniobra. Pero es que no es así, queda un partido de competición (o dos). Ante un 4-1, y una imagen y sensaciones como las de anoche, cualquier otra afición o equipo estaría triste y se sabría eliminado. Nosotros, los madridistas, no. Ante un rival que ha sido superior a ti en tres partidos en seis meses (del 24 de octubre al 24 de mayo) otros bajarían los brazos. Nosotros solo nos encojemos de hombros y ponemos cara de circunstancias como diciendo “Pues mira que bien” pero en realidad pensando “Ya te pillare…”. Nosotros los madridistas somos diferentes, y por ello, raros. Sí, admitámoslo, somos raros.

- Somos raros porque somos capaces de transforman un cementerio VIP como es el Bernabéu en una caldera a punto de reventar. Y ya no digo en días, si no en un mismo partido. En cuestión de segundos pasar de estar todos callados a que, por un árbitro cabrón, un gol tonto a favor o por esa sensación que a veces tenemos los madridistas de que “impossible is nothing”, nos entre esa sensación de empezar a animar como si no hubiera un mañana. Yo eso lo he vivido, porque soy raro.

- Somos raros porque nos roban en la ida de semifinales de Champions, y sabemos que nos van a robar en la vuelta, pero vamos ahí y damos la cara. Y si no fuera por el robo nos hubiéramos puesto 2-0 en el 46. Yo eso lo he vivido, porque soy raro.

- Somos raros porque nuestro coco europeo nos gana 2-1 en el último minuto de la ida de semis de Champions y nos deja con mal cuerpo y en la vuelta en 10 minutos habíamos puesto todo de cara. Yo eso lo he vivido, porque soy raro.

- Somos raros porque aún con la Liga perdida y sin grandes partidos somos el mejor equipo de lo que va de segunda vuelta de la competición. Yo eso lo he vivido, porque soy raro.

- Somos raros porque con 4-1 en el global de la eliminatoria, con solo 45 minutos por delante y en territorio hostil, enmudecimos al Camp Nou y al final solo el árbitro impidió que elimináramos al Barcelona y pasáramos a semifinales de Copa del Rey. Yo eso lo he vivido, porque soy raro.

- Somos raros porque en el minuto 92 de partido de ida de Supercopa de España, con 3-1 en contra todos pedimos a Di María que lo hiciera y le empujamos a que fuera a presionar un balón casi sin sentido y eso a la larga nos de el título. Yo eso lo he vivido, porque soy raro.

Y pongo estos ejemplos porque son ejemplos recientes, son de esta misma plantilla. Podríamos retrotraernos a otros muy cercanos como la remontada del Getafe el día de la pirada de pinza de Pepe, el gol de Van der Vaart al Sevilla en el 92 tras ir perdiendo 0-2, la Liga del clavo ardiendo, aquella semifinal de Copa contra el Zaragoza en la que un “Real Madrid Galáctico” en decadencia dio su último intento de aferrarse a la vida y tantas y tantas otras ocasiones que yo, como “raro”, he vivido. Luego están las cosas más lejanas, y que por mi edad no he vivido, como las remontadas del Anderlecht, Inter o Borussia Mönchenglabach, etc. que creo que no hace falta remontarse a ellas por ser ya muy lejanas en el tiempo, pero que indudablemente forman parte del “gen raro”. Ese que hace que nuestro ADN deportivo sea diferente.

Y, hay que admitirlo, nos gusta ser raros, ser diferentes, tener ese ADN tan “romántico”. Siempre nos gustó eso de pasarlo mal. Para un madridista una victoria sin pasarlo mal es como un café con sacarina. Hemos tenido esta sensación cientos de veces, y las que nos quedan… Una vez más no hará daño. Se puede caer, pero no se puede decir que no se intentó. Los raros somos así. ¡¡Que vivan los raros!! ¡Los raros nunca se rinden!! ¡¡El Real Madrid nunca se rinde!!

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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