miércoles, 10 de abril de 2013

Cristiano apagó el fuego y a 'semis'


El Real Madrid confirma su lugar en la élite europea por tercer año consecutivo. Con el gol de Cristiano a los ocho minutos de comenzar el partido, el Real Madrid acumulaba marcando al menos un gol en 34 de sus últimos 35 partidos de Copa de Europa. El artífice de estos números tiene nombre y apellidos: José Mourinho. El técnico portugués -con 21 años menos- iguala a una leyenda como Sir Alex Ferguson en presencias en semifinales de Champions. Todo ello adornado por la figura de una leyenda viva, que es el santo y seña del proyecto actual del conjunto blanco. Hablamos, por supuesto, de Cristiano Ronaldo, que supera a Di Stefano con 50 goles en Copa de Europa. Doblete para calmar los ánimos y traer la calma en el infierno turco; hambriento de emoción en unos minutos agónicos con Drogba y Sneijder de protagonistas.

Ganar fuera de casa en Europa es una tarea dura. Desde que existe el formato Champions (1992), el Madrid ha vencido en eliminatorias fuera de casa en cinco ocasiones. El mérito vuelve a recaer en Mourinho, autor de tres ellas: en Londres frente al Tottenham (2011|0-1); en Nicosia ante el Apoel (2012|0-3); y en Manchester contra el United (2013|1-2). Con Del Bosque, Redondo silenció a Old Trafford con un taconazo para la historia (2000|1-3). El otro triunfo data de 2002; el día de Sant Jordi, en el Camp Nou ante el Barcelona, el Madrid encarrilaba su camino hacia la Novena con goles de Zidane y McManaman (0-2). Este registro podría haber aumentado hoy perfectamente, pero unos minutos inspirados del Galatasaray llevaron el nerviosismo a un equipo que se durmió, totalmente aturdido en medio de una exhibición de Didier Drogba. El cuerpo técnico del Real Madrid confiaba el pasado verano en Benzema e Higuaín, pero la pregunta es qué hubiera pasado con una delantera Cristiano Ronaldo - Drogba. Hasta el más antimourinhista se hubiera puesto firme.

Con Modric a los mandos del equipo, en un partido sobrio y a la altura de la calidad que tiene, el Madrid tenía controlado el partido a su antojo. Una combinación entre Khedira y Cristiano, pase de Özil mediante, ponía la sentencia de la eliminatoria (o eso parecía). Nadie daba un euro por el equipo turco. Tuvo que ser Eboué -horrible en la ida- ya en la segunda parte, al golpear el balón con el exterior del pie y mandó el balón a la escuadra derecha de Diego López. Imparable. El Galatasaray se vino arriba alentado por su público. Sneijder dejó en evidencia a un Varane superado por el momento de rendir cuentas ante Drogba. Tampoco estaba Pepe para muchas flores, superado en el tercer gol, que define el marfileño como el jugador determinante que ha enamorado a toda la Europa futbolística estos últimos años. Taconazo sublime. Se mascaba la tragedia.

La entrada de Benzema fue fundamental para el equipo. Higuaín, lamentablemente, sigue fuera de juego en Europa. El francés dio sentido al juego en todas sus acciones; en una de ellas se fue del defensa con una facilidad pasmosa, para que Cristiano celebrase el pase a semifinales con un nuevo gol. Su efusividad hubiese sido la misma que ante la Ponferradina en la Copa del Rey. Quizá por eso sea tan especial y querido por el madridismo, a la vez que odiado por numerosos rivales. Mientras tanto se consumaba la tragedia en Dortmund. Están tan obsesionados con Mourinho que ya alentaban a Pellegrini por el pase a semifinales. Pero Klopp es mucho Klopp.  El madridismo debe agradecer irónicamente a Mourinho 'la amortización del euroabono'. Con el portugués no hay Alcorcones y Lyones que valgan, para alegría del madridismo.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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