viernes, 1 de junio de 2012

Dos años de Mou


Ayer se cumplieron dos años desde que José Mourinho fue presentado (¡por Jorge Valdano!) como nuevo entrenador del Real Madrid, veinticuatro meses que han sido empleados a conciencia por el portugués para darle veinticuatro vueltas de tuerca al mejor club de fútbol del siglo XX según la FIFA. La dificultad de la tarea de Mou era máxima no sólo porque su máximo adversario deportivo, la Farsa, disfrutaba de su momento cumbre en más de un siglo de existencia sino porque la batalla librada fuera del césped también tenía claro color azulgrana.

Lo primero que, transcurridos estos dos primeros años, hay que decir al respecto es que el Real Madrid está consiguiendo independizarse de quienes le maniataban con intereses asquerosos disfrazados de falsa superioridad moral. Al contrario que otros entrenadores que se fueron de Madrid sin tener la menor idea del equipo al que habían estado dirigiendo, y no quiero dar nombres que están en la cabeza de todo el mundo, Mourinho entró en el Real Madrid pero el Real Madrid también entró en él; Mou se dio enseguida cuenta de que el club no era una ONG y que necesitaba colocar hasta el último de sus cañones apuntando en la misma dirección que era ganar y ganar y volver a ganar. El proceso de separar la paja del trigo ha sido de una pulcritud y efectividad tales que podría ser estudiado en cualquier Universidad de renombre. Basta decir que por ejemplo Valdano, que era claramente la paja, ya no presentará a nadie al menos hasta 2016.

Cuando echas la vista atrás y miras por el retrovisor todo lo que Mourinho ha sido capaz de hacer en dos años te das rápidamente cuenta de que, si le dan tiempo, dentro de otros dos no habrá antimadridista capaz de reconocer al Real Madrid que habían soñado pero que el club habrá vuelto a sus orígenes y será fácilmente identificable para sus propietarios, que siguen siendo sus socios, y sus millones de aficionados en todo el mundo. Con Mourinho en el banquillo, el Madrid le ha ganado una Copa y la mejor Liga de toda la historia al Farsalona más grande que jamás se haya visto sobre un terreno de juego. De momento, y para abrir boca, el Año III de Mourinho empieza sin el señor Guardiola, cansado según sus propias palabras, al frente de la Farsa. El balance es sencillamente espectacular porque, por si los éxitos deportivos no fueran bastante, Mourinho ha recuperado también la autoestima del club más grande del mundo. Felicidades.


¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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