miércoles, 31 de agosto de 2011

Özil, el Guti mejorado.

Mesut Özil es uno de los jugadores relevantes del equipo blanco. Desde su llegada el año pasado, el turco-alemán ha sabido deslumbrar al Bernabeu gracias a su impecable visión y manejo del balón. La magia que lleva en su zurda recuerda, en gran medida, a la de uno de los idolos eternos del madridismo: Jose María Gutierrez "Guti".


Guti, historia viva del madridismo, fue un genio con todo lo que conlleva. Amado y odiado a partes iguales, el madrileño nunca dejó indiferente a nadie. Para muchos, sus excentridades en su vida personal le privaron de un recorrido más fuerte en el fútbol español. Aunque novias nunca le faltaron, su corazón blanco nunca le permitió dejar el Real Madrid, hasta que la situación fue insostenible. 

Tras su paso por Turquía, en el que también fue fiel a su peculiar modo de vida, Guti ha decidido observar ahora los toros desde la barrera. Tras el primer encuentro del Real Madrid, sus primeros elogios fueron para Mesut Özil.

Las similitudes entre los dos, dentro del terreno de juego, no son pocas. Los dos poseen una zurda prodigiosa, además de un talento innato para dibujar memorables obras de arte con un balón. Los dos saben concluir jugadas que únicamente están en su mente.

Pero lo que es similar en la forma, no siempre es idéntico en el fondo. Guti fue un personaje de rachas. Sus innegables dotes con el balón no eran tan constantes y regulares como las de Özil, aunque siempre terminó contando para todos los entrenadores que pasaron por la entidad blanca en su dilatada carrera deportiva, siempre dio la sensación de quedarse a las puertas de la excelencia.

En ese sentido, Özil se diferencia en gran medida del ex jugador criado en la cantera blanca. El alemán siempre ha demostrado tener recursos y disposición a lo largo de partidos y entrenamientos. Además, no es muy habitual verle metido en ningún tipo de pleito, y lo sucedido en la Supercopa, tan sólo es achacable a un incomprensible impulso de Villa por buscarle las cosquillas.

El turco-alemán está a punto de cumplir 24 años y tiene aún por delante una prometedor recorrido en el fútbol mundial. Su predecesor, con un carisma indiscutible, dejó un legado muy difícil de superar. Özil está en el camino, sobre todo si se mantiene en la línea recta, una camino que también es válido para los fuera de serie.

Madridistas de Firgas
¡¡Hala Madrid!!





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