domingo, 21 de agosto de 2011

Carta abierta a Iker Casillas

Iker, te has equivocado. De cabo a rabo. Desde aquí, desde este rinconcito madridista en el que debatimos, discutimos y sufrimos por nuestro Real Madrid, quiero hacerte llegar mi sensación, particular y no sé si compartida por alguien o no. Creo que tus llamadas a Puyol y Xavi para pedir disculpas por lo sucedido en la Supercopa y quitarle hierro al asunto sobraban. Lo siento, pero lo digo tal y como me sale. Es algo que no dudo de que te honre como persona, pero ahora no estamos hablando de personas, sino de ese escudo que llevas sobre el corazón cuando te pones la camiseta del Real Madrid.

Sí, creo que te has equivocado. Tú mejor que nadie sabes por lo que pasásteis en Barcelona, cómo los trataron, lo que les hicieron. Sabes además que no es la primera vez, que desde que el conductor de la guagua ve con temor cómo el chollo se le puede acabar no hace más que tirar de la vieja fórmula importada también por Cruyff. Y que son normas de obligado cumplimiento en La Masía. Nosotros teníamos las Santiaguinas, después los mandamientos de Camacho y Juanito, y ahora son ellos los que tienen normas de actuación exigidas desde el propio club. Y que en esas normas de actuación está el montarla y cómo montarla. Que no se tiran, fingen, insultan y se pelean al libre albedrío, sino que es un plan premeditado, estudiado y donde cada actor sabe exactamente el papel que tiene que representar.

¿Has pedido perdón por qué? ¿Por decir que Cesc se tiró? Efectivamente, no se tiró. Para una vez que no lo hacen, tampoco era necesario disculparse. Es el cuento del lobo: tantas veces dicen que viene que cuando viene de verdad no te lo crees. Eso no es tu problema, sino el suyo.

Lo siento, pero creo que no hiciste lo correcto. Pero ya está hecho. Sólo te pido que si sucede otra vez pienses antes en esos chicos que se parten el alma vistiendo la camiseta blanca, defendiéndola en situaciones como las que ustedes tienen que vivir cada vez que jugáis contra esos, antes de actuar. O en todos esos que corean tu nombre en el Bernabéu porque eres un orgullo para este club. O en todos los que forman clubes de fans, tienen pósters tuyos en su habitación, en todos los que te ven jugar y dicen "pero qué bueno es este portero". Eres un orgullo para este club. Y aún menos para Xavi, que será muy amigo tuyo, pero que te ha comido la tostada y ha instaurado el régimen del terror en La Selección: tanto como para que algunos que decían ser amigos tuyos te llamen macarra para poder seguir mangoneando en La Roja. Manda cojones.

Madridistas de Firgas

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