Fin de la historia. Por difícil que sea de digerir, el
Madrid ha perdido sus opciones de luchar por el campeonato de Liga en el mes de
diciembre. El arranque del Farsa de Vilanova no dejaba margen para más errores
y, lamentablemente para el equipo blanco, una cadena de infortunios unidos a un
juego previsible y plano -sin pegada- ha dejado al Madrid tocado y hundido. El
golpe psicológico es brutal. El Madrid ha convertido a sus rivales en la
efectividad personificada: máquinas de hacer goles con muy pocas oportunidades.
Y por último está el balón parado, prueba del pésimo balance defensivo de los
centrales y de un portero que vive debajo del larguero.
Mourinho también tiene su parte de culpabilidad. No toda
pero es responsable de varios motivos. El principal es la pérdida de identidad
de una plantilla agotada, sin hambre. La sensación es de dejadez, como si
Guardiola fuera el único objetivo para motivar a este grupo de jugadores. El
factor suerte y la falta de profundidad por las bandas son las otras dos
razones fundamentales de este fracaso en Liga. La ausencia de Marcelo, el bajo
nivel de Di María y las lesiones son asuntos que van unidos en esta reflexión.
El fichaje de Modric, aparte de ser un magnífico comodín en
varias posiciones, fue principalmente para liberar o sustituir funciones a un
fatigado Xabi Alonso. El ejemplo lo hemos visto en el partido frente al
Espanyol: marcaje al hombre en la salida del balón de Xabi. Para que el peso no
recaiga únicamente en Khedira, limitado para esas funciones, la presencia de
Modric en el campo es fundamental. Y el croata estaba realizando un gran partido,
con movimientos muy buenos y un par de jugadas de peligro que terminaron, una
de ellas, en un gran disparo que se estrelló en el poste. La pérdida de balón
en el gol de Sergio García fue un castigo demasiado duro para Luka.
Mourinho, en rueda de prensa, cansado de explicar los
problemas a balón parado, pedía una reflexión al periodismo deportivo sobre
estas jugadas. Pues bien, en los goles que comento a continuación hay dos
claros fallos de marcaje de Sergio Ramos. Unidos al deficiente despeje de ayer
en el área en el segundo gol del Español, dejan un currículo extenso. Casillas
puede hacer mucho más en los goles, pero es más achacable su tendencia a
quedarse siempre en el área pequeña -por no decir la línea de fondo- en este
tipo de jugadas. El diagnóstico es un claro problema de comunicación entre
Casillas y sus jugadores, además de fallos graves en el marcaje al hombre. El
Madrid está condenado por arriba.
Por lo demás, el equipo de Mourinho pudo golear al Español
en la segunda parte. Cristiano, Özil, Callejón, Morata, etc. Incluso queda un poco aparcado el nuevo
partidazo de Fabio Coentrao en el lateral izquierdo. No es Marcelo, no, pero es
una versión muy válida para un Real Madrid. Sin embargo, las sombras recaen en
el lado contrario, con un embudo en la zona de Arbeloa y la poca movilidad de
Callejón en funciones de delantero.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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