miércoles, 12 de diciembre de 2012

A encarrilar el pase



Vuelve la Copa del Generalísimo, maravilloso trofeo por su ágil e interesantísimo sistema de competición, lleno de suspense, que te mantiene pegado al asiento en todos y cada uno de sus partidos. Prueba de ello es el partidito del Madrid, jugado a las nueve (10 en la península) de la noche en un martes laboral de diciembre. Seguro que se registra un lleno apoteósico en Balaídos. La verdad es que todos son ventajas: el partido terminará a medianoche, los jugadores estarán despegando (con suerte) a la una y media de la mañana y seguro que antes de las tres y media ya están durmiendo en su casita, después de un viaje en coche sin ningún tipo de peligro, entrada la madrugada y después de todo un día de trabajo y dos trayectos en avión. Todo por el bien de la competición y el espectáculo, ¿eh? Que nadie piense que es para que un operador de televisión con un producto totalmente obsoleto logre un 1% más de audiencia esa noche. Mierda de federación, pobre competición. Es lo que hay.

En fin. Nuestro rival es el Celta de Vigo, al que ya nos cargamos este año en el Bernabéu y ahora nos toca hacerlo en su casa, así de amables somos. Más que partido es partidín, y por eso ha salido a hablar Karanka, que no se mete en jardines ni alborota a la prensa, aunque curiosamente alguno de los periolistos dicen que es una “falta de respeto” que salga él a rueda de prensa. Pues no: son tantas las gilipolleces que tiene que escuchar un entrenador de Primera División que la figura del segundo es imprescindible, no ya para asesorarle técnicamente (en este caso, más bien poco), sino para echar el pienso a esa panda de imbéciles con cámara y micro.

Respecto al partido, no sé muy bien qué tendrá en mente Mou, pero me gustaría ver a gente menos habitual, principalmente para evitar el aburrimiento: Essien, Modric, un poco más de Callejón, quizá a José Rodríguez… ya que la competición está tan desastrosamente planteada, que nos ofrezcan algo de aliciente. Fijense hasta qué punto llega la chapuza, que la vuelta no se disputará hasta dentro de un mes, el 9 de Enero. Luego que salgan a contarnos que el calendario y los horarios son muy racionales. ¡¡Por favó!! Que el partido del domingo por la mañana sea un acierto no quita para que todo lo demás sea una putísima mierda.

Pero pese a lo antes dicho, el partido es importante para que el Madrid empiece a encadenar por fin victorias. Tras el meritorio triunfo en Valladolid, hay que demostrar que volvemos a ser la máquina que el año pasado no se apiadó de nadie. A poco que nos acerquemos a nuestro mejor nivel, deberíamos ganar fácil en Balaídos, e incluso lograr un resultado amplio para convertir la vuelta en un trámite, como pasó con el Alcoyano.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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