domingo, 16 de diciembre de 2012

Hacen falta más que palabras


Seguro que a Mourinho no le han disgustado las palabras de Florentino en el discurso en la entrega de insignias a los socios más veteranos. A nadie le amarga un dulce. Pero no son palabras lo que Mourinho y el Real Madrid necesitan. Las palabras no sirven de nada si el club sigue siendo débil en instituciones (RFEF, UEFA), con las repercusiones arbitrales y en comités que esto supone y que todo el madridismo, encabezado por Mourinho, ha sufrido, sufre, y seguirá sufriendo. Las palabras no sirven de nada si el club sigue siendo débil en el control de asignación de horarios, y el equipo sigue jugando partidos clave y complicados con menos descanso que su rival (en los partidos asequibles, en los que saben que da igual, compensan, no son bobos).

Las palabras no sirven de nada si el club sigue sin saber influir en la asignación de premios individuales, haciendo que nuestro jugador diferencial sufra un trato ridículo y vea cómo el mejor jugador UEFA del año se lo lleva Iniesta por hacer un par de buenos partidos en la Eurocopa. Las palabras no sirven de nada si el club sigue sin atreverse a tomar ciertas medidas sobre algunos pesos pesados por el bien del equipo, teniendo por ejemplo un déficit deportivo gravísimo en la portería con un grandísimo portero pero sin competencia, permitiendo y ensalzando capitanías que lanzan un buen discurso de cada diez, o mirando para otro lado cuando hay jugadores que siguen filtrando información a la prensa.

Las palabras no sirven de nada si al club le interesa más remodelar el Bernabéu antes que a la afición que lo ocupa, absolutamente manipulable y acomodada, que hacen que el equipo con más aficionados del mundo juegue en el campo más frío e injusto del planeta. Las palabras no sirven de nada si el club sigue permitiendo que su primer filial anteponga resultados deportivos (o lo intente) a la formación de los jugadores con más futuro.

Y para colmo, las palabras que sí podrían ayudar, justo esas son las que no aparecen. Me refiero a tener una política de comunicación unificada, contundente, valiente, e inteligente, que sepa defender los intereses del club por encima de cualquier otra cosa, y no con comunicados débiles y sin conseguir su objetivo (Levante), permitiendo impasible que tu máximo rival, después de robarte una semifinal de Champions, se atreva a amenazarte con romper relaciones porque Mourinho les acusó de "ciertos beneficios", si sigue justificando públicamente agresiones de rivales a tus jugadores, como la última de David Navarro a Cristiano, o sin denunciar agresiva y sostenidamente no sólo los atropellos que el equipo sufre frecuentemente, sino los constantes beneficios que recibe tu máximo rival.

En definitiva, estas palabras de Florentino, ¿de qué sirven? A mí sinceramente me dejan como estaba, porque ya se las escuché hace dos años, y también el año pasado, y también en la Asamblea. Mismo discurso, mismo mensaje, y mucho me temo, mismo vacío detrás de las palabras. Ojalá me equivoque, por el bien del madridismo.

¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.

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