Seguro que a Mourinho no le han disgustado las palabras de
Florentino en el discurso en la entrega de insignias a los socios más
veteranos. A nadie le amarga un dulce. Pero no son palabras lo que Mourinho y
el Real Madrid necesitan. Las palabras no sirven de nada si el club sigue
siendo débil en instituciones (RFEF, UEFA), con las repercusiones arbitrales y
en comités que esto supone y que todo el madridismo, encabezado por Mourinho,
ha sufrido, sufre, y seguirá sufriendo. Las palabras no sirven de nada si el
club sigue siendo débil en el control de asignación de horarios, y el equipo
sigue jugando partidos clave y complicados con menos descanso que su rival (en
los partidos asequibles, en los que saben que da igual, compensan, no son bobos).
Las palabras no sirven de nada si el club sigue sin saber
influir en la asignación de premios individuales, haciendo que nuestro jugador
diferencial sufra un trato ridículo y vea cómo el mejor jugador UEFA del año se
lo lleva Iniesta por hacer un par de buenos partidos en la Eurocopa. Las
palabras no sirven de nada si el club sigue sin atreverse a tomar ciertas
medidas sobre algunos pesos pesados por el bien del equipo, teniendo por
ejemplo un déficit deportivo gravísimo en la portería con un grandísimo portero
pero sin competencia, permitiendo y ensalzando capitanías que lanzan un buen
discurso de cada diez, o mirando para otro lado cuando hay jugadores que siguen
filtrando información a la prensa.
Las palabras no sirven de nada si al club le interesa más
remodelar el Bernabéu antes que a la afición que lo ocupa, absolutamente manipulable
y acomodada, que hacen que el equipo con más aficionados del mundo juegue en el
campo más frío e injusto del planeta. Las palabras no sirven de nada si el club
sigue permitiendo que su primer filial anteponga resultados deportivos (o lo
intente) a la formación de los jugadores con más futuro.
Y para colmo, las palabras que sí podrían ayudar, justo esas
son las que no aparecen. Me refiero a tener una política de comunicación
unificada, contundente, valiente, e inteligente, que sepa defender los
intereses del club por encima de cualquier otra cosa, y no con comunicados
débiles y sin conseguir su objetivo (Levante), permitiendo impasible que tu
máximo rival, después de robarte una semifinal de Champions, se atreva a
amenazarte con romper relaciones porque Mourinho les acusó de "ciertos
beneficios", si sigue justificando públicamente agresiones de rivales a
tus jugadores, como la última de David Navarro a Cristiano, o sin denunciar
agresiva y sostenidamente no sólo los atropellos que el equipo sufre
frecuentemente, sino los constantes beneficios que recibe tu máximo rival.
¡¡HALA MADRID!!
Madridistas de Firgas.
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